Tahrir recuerda a sus mártires

Ceremonias de todas las confesiones presentes en Egipto (evangélica, católica y copta) y rezos musulmanes que reunieron a cerca de un millón de personas para pedir el fin del régimen de Hosni Mubarak y que éste pague por la brutal represión contra los manifestantes, especialmente en los primeros días de las revueltas. Los cristianos quisieron ayer mostrar su solidaridad, aunque la Iglesia egipcia no respalde oficialmente las revueltas. Pero en la plaza Tahrir son muchos los que aseguran que esta es una revolución sin credo. De todos los egipcios, cristianos y musulmanes, hombres y mujeres a los que les fue permitido rezar juntos a pesar de que en los templos religiosos no suele ser así. Abdel Fatha, maestro de matemáticas de 52 años, con seis hijos, falleció por los disparos de la Policía egipcia en los enfrentamientos en El Cairo.

Su hermano, Mohamed Gamal, acudió ayer a Tahrir para pedir justicia y que no se olvide a los muertos de esta revolución, de la que aún se desconoce cuántos y quienes son los fallecidos, y se empieza ahora a buscarlos e identificarlos. La ONU dijo ayer que éstos podrían ser unos 300 –según una primera estimación– y ya se ha creado una página web para ponerle cara y nombre a los fallecidos, la mayor parte de ellos jóvenes. El acoso contra la Prensa siguió otro día más, con varios periodistas detenidos y perseguidos por la Policía del régimen de Mubarak, a pesar de que ayer el Gobierno prometiera que levantará todas las restricciones sobre la libertad de expresión, en el marco de las promesas que ha hecho a la oposición.