Carnaval

Una fiesta para toda la familia

La fiesta familiar que cada año organiza la Generalitat para festejar el 9 d'Octubre, Dia de la Comunitat Valenciana, congregó a 67.000 personas en las tres capitales de provincia.

La Razón
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Así, por los alrededores del cauce del Río Túria de Valencia pasaron unas 50.000 personas; alrededor de 5.000 participaron en los talleres situados en la Plaza de Santa Clara de Castellón, y 12.000 asistieron a la fiesta que se celebró en el Paseo de la Explanada de Alicante.

Bajo el lema «Vine a celebrar un día històric», la Generalitat, un año más, invitó a disfrutar de esta conmemoración, que convirtió a las tres capitales de provincia en espacios abiertos donde entretenerse con una programación diversa.

Se habilitaron tres zonas, medieval, contemporánea y de futuro, donde espadas, coronas, títeres, máscaras y «sprays» convivieron a la perfección.

Los más pequeños hicieron su propia Senyera, diseñaron un imán de «Jaume I», modelaron su propio vaso, pintaron como el ilustre Joaquín Sorolla e hicieron sus primeros grafitis.
En el antiguo cauce del Río Túria, delante del Palau de la Música, además de los diferentes talleres, un pasacalle muy peculiar recorrió el recinto de actividades.

Personajes históricos, contemporáneos y algunos venidos desde el futuro, pasearon por este lugar para poner el broche de oro a la celebración de este día.

En Castellón las actividades se celebraron en la plaza de Santa Clara. En el espacio ambientado como en la Edad Media, los pequeños disfrutaron con las atracciones hinchables y jugaron con espadas y coronas.

La Explanada de España de Alicante se convirtió en un lugar mágico donde los niños acuñaron monedas, jugaron con espadas y coronas, modelaron vasijas y asistieron a un teatro que narra la historia y aventuras de Jaume I.

En la zona contemporánea los niños construyeron sus propios instrumentos. En el área futurista los más pequeños se vistieron con un «look» futurista.

Moros y cristianos

En el «Cap i casal» se celebró el ya tradicional desfile de moros y cristianos. Desde primera hora de la tarde y hasta momentos antes de que empezase a llover, las comparsas y las bandas de música llenaron las calles de música, color y bailes.
El público contempló entusiasmado el espectáculo.