Asia

Hanói

Vietnam emergente

La Razón
La RazónLa Razón

Ya no hay Vietnam del Norte y del Sur; sólo uno que son tres: Tonkin, montañoso y guerrero, Anam, transición geográfica y social, y la Cochinchina, amable y occidentalizada que reclamaba Franco porque ayudamos a Francia a conquistarla. Los vietnamitas son históricamente ultranacionalistas, imperialistas despreciativos sobre Camboya y Laos y enemigos acérrimos de China de quien han resistido todas las invasiones.
Ni París ni Washington entendieron que Ho-chi-minh era antes nacionalista y xenófobo que comunista, y preferiría la lejana ayuda soviética a la china. Hoy Vietnam es un país comunista en las antípodas de Cuba o Corea del Norte, con Coca-Cola y embajador americano. Sin rencores. El primer representante estadounidense en Hanoi fue un piloto prisionero por años en las cárceles de Tío Ho: El «Hanoi Hilton». Este año el 17% de las inversiones del Banco de Desarrollo Asiático han sido para Vietnam, sólo por debajo de China y por encima de India. Están volcados en el turismo occidental y trabajan por mecanizar y diversificar su agricultura. Su dictadura es leve y se han incorporado a la lista de países asiáticos emergentes. Jane Fonda, que no es un cerebrazo, tenía razón. Robert McNamara, secretario de Defensa de EE UU y gran cociente intelectual, fue un profesor analfabeto. A J.F.K. (el detonante) le hubiera bastado estudiar la Historia de Vietnam. Todas las guerras son malas, pero las peores son las innecesarias. Como Irak y Libia.