Atenas
Alemania avala el fondo de rescate y da oxígeno a la UE
Merkel logra una amplia mayoría en el Bundestag. Las bolsas celebran la noticia y retoman las alzas
MADRID- Respiro para el euro y para Angela Merkel. El Parlamento alemán, Bundestag, dio ayer «luz verde» por amplia mayoría a la extensión del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF). Con 523 votos a favor, 85 en contra y tres abstenciones, Alemania se suma así a los otros once países de la eurozona que ya habían ratificado el fondo. El resultado de la votación representa, además, un balón de oxígeno para la canciller, que no ha necesitado los votos de la oposición para sacar adelante un mecanismo vital para el futuro del euro.
«Europa depende de la fortaleza de la economía alemana y, por esta razón, la solidaridad de Alemania es obvia. Debemos dirigir esta política económica y financiera para seguir siendo un ancla de estabilidad y un motor de crecimiento en Europa», dijo minutos antes de la votación el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Una vez que sea ratificado en octubre por todos los socios de la moneda única, el FEEF también servirá para rescatar a bancos en dificultades y comprar bonos de los estados más endeudados en el mercado secundario. Además, este mecanismo financiero provisional será sustituido en 2013 por uno permanente dotado de 500.000 millones de euros.
La votación del Parlamento fue recibida con entusiasmo tanto por la Comisión Europea como por los mercados, que al conocer la buena noticia se dieron la vuelta y retomaron la senda alcista, un camino que se confirmó al conocerse los datos del crecimiento durante el segundo trimestre de la economía de EE UU. El PIB del gigante estadounidense creció un 1,3%, tres décimas más que la cifra provisional, según el Departamento de Comercio del país.
Para el ministro francés de Finanzas, François Baroin, la buena acogida de los mercados, que cerraron en verde, «confirma la determinación alemana de mantener la estabilidad financiera en la zona euro». Con un 60% de la población contraria a que Alemania continúe pagando los errores de los demás, Merkel ganó ayer sólo su primera batalla. En octubre, el Parlamento deberá pronunciarse sobre el nuevo rescate a Atenas.
Precisamente, ayer la «troika» (FMI, Comisión Europea y BCE) llegó a Grecia para evaluar los planes de austeridad del Gobierno heleno. Su diagnóstico será clave para que los ministros de Economía de la eurozona desbloqueen los 8.000 millones de euros del primer rescate que el Ejecutivo de Yorgos Papandréu necesita para pagar las pensiones y los sueldos de los funcionarios públicos.
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