Pekín

Federer y Murray tercer duelo del año

El suizo Roger Federer y el británico Andy Murray se medirán mañana en la final del Masters 1.000 de Shanghái y revivirán su tercer duelo del año, marcado por la final del Abierto de Australia para el suizo, y la Toronto, donde el británico logró doblegarle.

 En semifinales, Federer se impuso al serbio Novak Djokovic, por 7-5 y 6-4, en una hora y 42 minutos. Antes, Murray derrotó a Juan Mónaco por 6-4 y 6-1 en una hora y 25 minutos, y puso fin a la gran semana del argentino en este torneo.

La final tiene ya premio para Federer. El suizo se ha vengado de Djokovic, con quien cedió en las semifinales del Abierto de EE.UU. y además, pase lo que pase en el partido de mañana, el lunes recuperará el segundo puesto de la clasificación mundial, perdido en aquel duelo maratoniano en Flushing Meadows contra el serbio.

El suizo salió como favorito para el público chino, que le adora haciendo colas para recoger su firma y gritando su nombre constantemente. El duelo fue intenso, con largos intercambios desde el fondo y pocas oportunidades para ambos. Federer perdió su saque una vez, pero robó el de Djokovic tres.

El serbio lo intentó casi todo, dejadas incluidas, pero no tuvo su día en ese aspecto. Algo cansado después de no parar la semana pasada, al ganar el título de Pekín, y llegar luego a la final aquí, con solo un día de descanso le faltó chispa, y en el segundo set dejó escapar demasiado fácil al de Basilea, que se puso con 4-1, una ventaja que Roger conservó bien hasta el final.

El suizo y el británico se presentan en la final sin haber cedido un partido esta semana, con Murray liderando los enfrentamientos por 7-5. El de Dumblane, que acabó antes su partido contra Mónaco, expresó que ambos posibles rivales eran apetecibles, pero el nombre de Federer estaba en su mente, y que sabía ya de antemano como jugarle, de la misma forma en la que le derrotó en Canadá.

"Sé que cuando jugué contra Roger en Toronto, lo hice de forma muy agresiva, no dándole muchas oportunidades para que él dictase los puntos, especialmente con mi servicio. Es algo que tengo que hacer contra ellos (Federer y Nadal) en el futuro, si quiero batirlos", explicó.

La superficie de Toronto ha sido calificada por Federer como muy parecida a la del estadio Qi Zhong de Shanghai, y Murray espera apoyarse en esta circunstancia. "Siento que me estoy moviendo bien. El bote de la bola es bueno y no he jugado ningún partido largo todavía. Quizás lo sea el de mañana. Si quiero ganar tendrá que ser así y no sé si responderé, pero normalmente en la final la adrenalina sale", dijo.

Murray sacó ventaja de su mayor experiencia en estas rondas finales y de su mayor frescura física para vencer a un combatido Mónaco que no estaba acostumbrado a disputar tantos partidos seguidos, y que llegaba a las semifinales de un Masters 1.000 por primera vez en su carrera.

El jugador de Dumblane se ha colocado en la final sin ceder un solo set, fresco y sin fisuras. En cuartos necesitó únicamente 55 minutos para deshacerse del francés Jo-Wilfred Tsonga, mientras que Mónaco pasó en la pista casi tres horas para doblegar al austríaco Jurgen Melzer, vengar la derrota de su amigo Rafael Nadal y colarse así en las semifinales.

Esta diferencia se notó en el partido de hoy, en el que Murray siempre fue por delante. Sólo una tímida reacción de "Pico"Mónaco en el primer set, del 4-1 al 5-4, animó la contienda, pero en el segundo la superioridad de Murray fue más que evidente y el escocés acabó el partido, por la vía rápida, con su segundo saque directo.