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Quién los ha visto

La Razón
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No nos hagamos trampas en el solitario. Francia y sus aliados –porque ésta ha sido una guerra y ha sido de Sarkozy– han ido mucho más allá de la resolución 1970 y la 1973 de Naciones Unidas. Una cosa es el embargo de armas, la congelación de los activos de Gadafi o la luz verde al Tribunal Penal Internacional para perseguir al ya eliminado dictador, y otra cosa distinta es empujar a una de las partes en un contexto cuasi-perfecto de guerra civil, que es lo que la OTAN ha hecho.

Una cosa es ejercer la «responsabilidad de proteger», garantizar la soberanía y la integridad territorial de Libia, detener las masacres promovidas por un sátrapa, ayudar a la irrupción de una oposición creíble o abrir camino a la acción humanitaria, y otra cosa distinta es impulsar desde el minuto cero una «sui generis» operación de cambio de régimen, que es lo que la OTAN ha hecho.

No nos engañemos, Gadafi y su tropa están fuera de combate pero los aliados han desbordado el marco de Naciones Unidas para hacerlo. Hasta ahora creíamos, según nos había repetido hasta el cacareo el PSOE, que España sólo con gobiernos del Partido Popular se embarcaba en aventuras bélicas ilegales, inmorales e injustas. Ahora ya sabemos que Zapatero y Chacón han desertado de la Alianza de Civilizaciones para deponer a dictadores árabes. No sólo eso: quienes en el pasado se nos pusieron exquisitos hasta la médula, ahora sortean campanudos las leyes internacionales. ¡Quién los ha visto…!