Estados Unidos
Lochte es el nuevo jefe
Cansado de ganar a Michael Phelps, Ryan Lochte se unió a él para ganar su cuarto oro en la piscina de Shanghái. Un relevo que comienza con el único nadador que ha ganado ocho medallas de oro en unos Juegos y termina en el hombre que le ha derrotado dos veces en estos campeonatos tiene muchas posibilidades de ganar.
Como hizo ayer ante Francia en el 4x200 libre. A Phelps se le hizo larga la primera posta. Los 200 metros en una especialidad que no es la suya le hacen llegar con la lengua fuera. El estadounidense salió de allí tercero, por detrás de los franceses y de los alemanes. En los siguientes relevos, el asunto quedó reducido a una pelea entre Francia y Estados Unidos, con ventaja para los franceses hasta el último relevo. Hasta que Lochte se lanzó a la piscina. Ganó terreno en los primeros metros y no tardó en demostrar que es el mejor nadador de estos campeonatos.
No tuvo problemas para remontar la ligera deseventaja con la que partió y tocar la pared con 2 segundos y 14 centésimas de ventaja. Lochte no notó el cansancio de haber ganado, apenas tres cuartos de hora antes, su tercera medalla de oro. Era el gran favorito en los 200 espalda y no decepcionó. Ryosuke Irie, el japonés, era su gran rival. Y se lo puso complicado en los tres primeros largos de la carrera. Pero en los últimos 50 metros, Lochte demostró que es el mejor nadador del momento.
Su facilidad para nadar se hace más evidente en los últimos metros, cuando se deciden las medallas. Y el japonés Irie, que durante muchos momentos de la competición había soñado con la posibilidad de colgarse el oro al cuello, tuvo que admitir la superioridad del estadounidense. Hoy será de nuevo el momento de Michael Phelps, en su especialidad preferida, la mariposa. Disputará la final, en la que espera conseguir su tercer oro en Shanghái. Así podrá mirar a Lochte desde más cerca.
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