Los enfrentamientos se intensifican en Damasco

Mientras el portavoz del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdisi, afirmaba que lo sucedido en la localidad de Tremseh «no fue una masacre, sino una respuesta militar», los grupos opositores informaban de que el Ejército sirio recrudecía sus bombardeos contra el feudo opositor de Homs e irrumpía con tanques en el barrio de Al Tadamun en Damasco. Tras los ataques, al menos 50 personas habrían fallecido. El activista de Homs Abdesalam al Homsi explicó que las fuerzas gubernamentales bombardearon los barrios de Baba Amr y Yobar de esa ciudad, y que sólo se libraron de los ataques las zonas habitadas por la comunidad alauí, a la que pertenece el presidente sirio. En las afueras de Homs, la ofensiva militar afectó a las localidades de Al Hula, Rastan, Al Buayda al Sharquiya, Talbisa y Talkalaj.

Por su parte, el activista Abu Qais al Shami, de Damasco, explicó que las fuerzas gubernamentales bombardearon el barrio de Al Tadamun, en el centro de la capital, y luego irrumpieron con tanques. Este ataque, que al parecer todavía continúa, ha provocado miles de desplazados y decenas de heridos, así como el corte de la carretera que conduce al aeropuerto. Una situación similar se vivió en las localidades de Dariya y Misraba, en la periferia de Damasco, en donde se llevo a cabo una amplia campaña de detenciones.

Todo esto sucede en paralelo al anuncio del Gobierno de Teherán, que se ha mostrado dispuesto a acoger a los grupos opositores para preparar una negociación con el Ejecutivo de Bachar al Asad. «Esperamos que el conflicto se pueda solucionar sin la injerencia de potencias extranjeras», señaló el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, en clara alusión a Estados Unidos, que se opone a la mediación de Irán. Por su parte, el enviado de la ONU, Kofi Annan, sí considera que Teherán debe ser parte de la solución del problema sirio.