Erkizia clama por la paz tras ver un vídeo en el que vitorea a un etarra

MADRID- El ex dirigente de HB Tasio Erkizia aprovechó ayer su turno de última palabra en el juicio por el homenaje al etarra «Argala» para lanzar una soflama política. Erkizia –uno de los principales valedores de Sortu, el partido que la Fiscalía considera heredero de Batasuna– aseguró que «estamos ante una oportunidad histórica para conseguir la paz en Euskal Herria» y denunció que «en este país siga habiendo una persecución de ideas y de proyectos políticos». Minutos antes, el acusado había visto cómo se proyectaba en la sala un vídeo del acto que le ha sentado en el banquillo –aportado a la causa por LA RAZÓN a petición de Dignidad y Justicia (DyJ), que ejerció la acusación popular–, en el que terminaba su intervención con un elocuente «¡Gora Argala!» (¡Viva Argala!).

Para el fiscal Carlos Bautista –que ratificó su petición de año y medio de prisión para Erkizia como autor de un delito de enaltecimiento del terrorismo– «cuando se dice "viva Argala"se enaltece al terrorista, al asesino y al ideólogo de ETA».

«Le tenía mucho cariño»
Sin embargo, según Erkizia se trató de un «acto político», nunca de un homenaje, al que fue invitado por el hermano del etarra (asesinado en 1978 por el Batallón Vasco español), al que conoció en su juventud en la universidad. Fue, dijo, porque «le tenía mucho cariño», un cariño que le llevó a depositar una flor «en su recuerdo» a los pies de un cartel con su fotografía (aunque declaró que sólo recuerda que la dejó «detrás del atril»).

Erkizia abogó en su intervención durante el supuesto homenaje –celebrado en Arrigorriaga el 21 de diciembre de 2008– por utilizar la vía que «más daño hiciera al Estado». El veterano dirigente abertzale matizó que se refería, no a la «lucha armada», sino a la «vía política, que era la que realmente hacía daño al Estado», que según añadió después «está muy cómodo en el terreno de la represión».

El fiscal, sin embargo, no dio crédito a las explicaciones de Erkizia. Bautista recalcó que se trató de «un acto del bloque de ETA», con idéntica «imaginería» a la del homenaje en 2003 al propio José Miguel Beñarán «Argala» que le supuso a Arnaldo Otegi una condena a 15 meses de cárcel por enaltecer al etarra.

Carmen Ladrón de Guevara, abogada de DyJ, secundó la versión del Ministerio Público y explicó que el presunto homenaje «respondía a una estrategia de ETA para prestigiar la "lucha armada"». En 2009, cuando la dirección de la banda lanzó esa consigna, los homenajes a etarras se duplicaron, declaró el inspector jefe que elaboró el informe sobre el acto celebrado en Arrigorriaga.

El hermano del etarra (que se atribuyó la organización de la convocatoria) también declaró en el juicio (a petición de la defensa). El fiscal le mostró la foto de «Argala» que presidió lo que el mismo definió como un «acto civil» de carácter «familiar». Bautista le pidió entonces que leyera el texto del pie de foto («la lucha armada es necesaria»). «Sin gafas de cerca no veo», se limitó a contestar al tribunal.