Valencia

Dos cabecillas radicales de ETA han sido los redactores del comunicado

Son los responsables del «aparato político» y se encargan de marcar la estrategia general, que ahora pasa por la tregua.

Irena Sorzábal y David Pla
Irena Sorzábal y David Plalarazon

MADRID-Irache Sorzábal, como responsable del «aparato político», y David Pla, que se ha reincorporado a esta sección etarra, tras ser puesto en libertad y desaparecer de su domicilio, han tenido una importante participación en la redacción del comunicado de la banda, con el que ampliaría a «permanente» y «verificable» el alto el fuego que mantiene desde septiembre pasado.

Según han informado a LA RAZÓN expertos antiterroristas, estos dos individuos, que se ocultan en Francia, son los máximos dirigentes del «aparato político» que tiene, entre sus cometidos, la elaboración de los comunicados. Asimismo, se ocupa de la fijación de la estrategia general que, en estos momentos, consiste en la utilización del alto el fuego (un «arma más», según ETA) para una negociación con el Gobierno y para que las candidaturas del entramado estén en las elecciones.


Amplia experiencia
Sorzábal y Pla cuentan con amplia experiencia dentro de ETA. Formaron parte de «comandos», han estado en la cárcel y, en la actualidad, viven en la clandestinidad. Pla fue detenido en abril del año pasado en Francia, pero la Justicia gala le puso en libertad a las pocas horas, al estimar que no existían pruebas contra él. No debía de tener la conciencia muy tranquila, ya que dejó de acudir al trabajo y desapareció de su casa, en la que viven su mujer y su hijo.

Ambos están considerados elementos radicales dentro de ETA (si es que en la banda se puede hablar de duros y blandos), partidarios de la continuidad de las actividades terroristas.
Su pertenencia al «aparato político» y la responsabilidad en la redacción de comunicados no les confiere una inteligencia especial, ni unas aptitudes determinadas para la literatura. Sorzábal conoce bien el euskera y, de hecho, fue profesora de esta lengua en Irún, su localidad natal. Pla ha pertenecido al sub aparato «H-Alboka», que controla todo lo relativo a los presos y está acostumbrada a redactar comunicaciones dirigidas a los reclusos.


Tres asesinatos
La jefa del «aparato político» perteneció al «comando Ibarla», cuyos miembros perpetraron, entre 1994 y 1997, una veintena de atentados, incluidos tres asesinatos. Fue detenida en Francia en 1997, cuando estaba integrada en los llamados «taldes de reserva», de los que se nutrían las células de la banda. Tras cumplir una condena de tres años, volvió a España. Arrestada de nuevo, al ser desarticulado el «Ibarla», la Justicia la absolvió. Pese a haber formulado una denuncia de torturas contra los agentes que la habían arrestado, desapareció de su domicilio. En este sentido, Pla y Sorzábal parecen tener vidas paralelas. La Justicia no encuentra razones para mandarlos a la cárcel pero ellos prefieren la clandestinidad. Alguna razón habrá.

Pla fue portavoz de Jarrai y dirigente de KAS. Pasó seis años en prisión por haber formado parte del «comando Zaragoza». Obtuvo la libertad, ya que no se pudo demostrar que, como se sospechaba, estaba implicado en el asesinato del senador del Partido Popular Manuel Giménez Abad.


Sanguinarios portavoces
Irache Sorzábal: la voz bajo la capucha
Natural de Irún, perteneció al «comando Ibarla», cuyos integrantes cometieron, entre 1994 y 1997, una veintena de acciones criminales, incluidos tres asesinatos: el del policía nacional Eduardo López, en 1994; Josefina Corresa, que falleció en el atentado contra El Corte Inglés de Valencia, en 1995; y el del ertzaina Ramón Doral, en 1996. Fue detenida en Francia en 1997, cuando formaba parte de los «taldes de reserva», de los que, hasta el desmantelamiento de esta estructura, se nutrían las células de la banda. Volvió a España tras cumplir condena y fue detenida, al ser desarticulado el «Ibarla». Fuentes antiterroristas creen que fue la encargada de leer el último comunicado.
David Pla: el reincidente
Natural de Pamplona, fue portavoz de Jarrai y dirigente de KAS. Pasó seis años en prisión por pertenencia a banda armada, al haber formado parte del «comando Zaragoza». Aunque fue imputado por el asesinato, en mayo de 2001 en la capital maña, del senador del PP Manuel Giménez Abad, fue puesto en libertad en contra del criterio de la Fiscalía. En abril del año pasado, volvió a ser detenido, esta vez en Francia, ya que, según los investigadores, estaba integrado en el sub aparato de ETA «H- Alboka», de control de los presos y sus familiares. Nuevamente obtuvo la libertad y, en vez de volver a su casa con su mujer y su hijo, pasó a la clandestinidad.