Historia

San Blas

Sufrimiento psicológico

La Razón
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Abrió una puerta peligrosa el «vecino infiel». La denuncia, que naturalmente perdió, contra la «princesa de San Blas» va a servir de coladero para cualquiera con ganas de notoriedad y dinero. Lo escribí no hace mucho, algunos pretenden rentabilizar el hecho de ser vecinos de Belén Esteban, que el sol de la fortuna que la baña les moje un poquito a todos los que están a un tramo de escalera de la mediática tertuliana. Ahora, una señora de la que omito el nombre para evitarle por mi parte publicidad, se pasea por las cámaras diciendo que Fran, el esposo de la de San Blas, la arrojó al suelo y la golpeó. Y amenaza con demandarle, porque según la agredida puede incluso soportar el daño físico, pero el psicológico es irreparable, por lo que pedirá una fuerte suma que alivie esa especie de tetraplejia cerebral en la que ha caído. Si un juzgado entra en el juego, el espectáculo está garantizado. A partir de ahí, a cualquiera que se le ponga en el moño, demandará al famoso que le convenga, con el ánimo de tener una oportunidad televisiva. En el presente caso, la señora del daño irreparable no es desconocida en los medios, ya hace algunos años apareció en un programa donde declaró que era alcohólica desde los 19 años. Presuntamente, dada su actitud, puede parecer que todavía no se ha curado de este mal. A dónde llegamos en estas situaciones está por ver, en tiempos de recortes hechos con grandes tijeras una tropa de «frikis» avanza como muertos vivientes con ganas de dejar sus caras para la posteridad obteniendo, desde los más bajos instintos, fama y dinero.