Champions League

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Con paso firme

Sin grandes alardes y tampoco padecimientos, con paso firme, el Madrid ha superado los cuartos de final en la Liga de Campeones. El 4-0 de la ida se antojaba muro insalvable y en la vuelta remató al Tottenham en White Hart Lane.

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Le bastó para vencer (0-1) lo único que hizo Cristiano Ronaldo en todo el partido. Mourinho no reservó bazas para recibir el sábado al Barcelona, en el primero de los cuatro encuentros que tienen pendientes los dos grandes del fútbol español, y del fútbol mundial, contrincantes continentales el 27 de abril y el 3 de mayo en esas semifinales familiares para los azulgrana, que han disputado las tres últimas. El Madrid vuelve a ellas ocho años después.

Tenía que meter cinco goles el Tottenham y no encajar ninguno. Era la base del milagro. Cimientos imposibles, a priori. No ocultó sus intenciones de darlo todo, hasta el infinito y más allá, por amargar la noche al Madrid y cruzar la frontera de cuartos. A los 9 segundos Ekotto aprovechó el eco del pitido arbitral para atizar un alevoso puntapié a Cristiano Ronaldo donde la espalda pierde su honroso nombre.

La entrada era de tarjeta más roja que amarilla... Nada. A los cuatro minutos, Bale se lanzó a la piscina, sin rubor. Tampoco vio tarjeta. Segundo error de bulto de Rizzoli. Hubo también dos internadas de Lennon, el proyectil de Redknapp por la izquierda. También un despeje de Casillas y un tiro a las nubes de Pavlyuchenko con toda la portería para él. Pudo haber un penalti de Albiol al delantero ruso, poco después, y a continuación, la calma tras la tempestad.
Todo el furor inglés se disolvió entre su falta de acierto y los despejes madridistas. No necesitaban bordar el fútbol para imponerse o para repeler la tromba de los «spurs».

El único efecto secundario y pernicioso de este primer tiempo fue la amarilla que vio Carvalho por llegar tarde al balón. Se perderá el partido del Bernabéu contra el Barcelona. ¿Algo más? Nada nuevo: Cristiano Ronaldo es un mundo aparte, referencia inocua cuando el contrario le coge la medida, e individualista hasta la exasperación; aunque cuando tiene el balón en los pies parece que va a ocurrir algo... Todo lo contrario que Adebayor, trabajador incansable, que se ofrece siempre, pero con menos talento que Benzema. También notable fue la ausencia de Di María, incordio habitual de la zaga contraria.

Con empate a cero terminó el primer tiempo, dominado por el Tottenham, que no apretó a Casillas, que no dio sensación de poder siquiera con el partido, e incapaz de superar a la defensa madridista. En el otro área, Gomes no intervino. Fue lo mejor que le ocurrió a su equipo, porque el primer disparo que vio se lo tragó. Recibió la pelota Cristiano y, lejos de la frontal, chutó. Iba fuerte, sin exagerar, pero lo suficiente para doblar las manos al portero y llegar mansamente a la red.

Ni con media docena de goles podría arreglarlo el Tottenham, cuya afición, perdida la eliminatoria, se entretuvo en abuchear a Adebayor, que no hizo caso, y a Mourinho, que animaba en la banda. Sin embargo, no perdía de vista lo que sucedía dentro del campo. Así, cuando Cristiano marcó el 0-1 empezó a pensar en el futuro. Resuelto el presente a favor, escalonó los cambios.

Primero, Granero por Sergio Ramos, a una tarjeta de la suspensión; después, Kaká por Ronaldo, también amenazado por la quinta, y a continuación, Benzema por Xabi Alonso. Redknapp, ya perdido, cambió a Defoe por Lennon y consiguió que Casillas se ganara el sueldo con un par de intervenciones con su firma. Qué lejos quedan los desvelos de Lyon. Con permiso del Barça, el Madrid sueña con la «décima».

Arriesgó «Mou» y Carvalho vio tarjeta
Arriesgó Mourinho a alinear a cuatro jugadores apercibidos de suspensión y fue Ricardo Carvalho el que vio una tarjeta en la primera parte, por lo que se perderá el encuentro de ida del próximo día 27 ante el Barcelona. Sergio Ramos, Albiol y Cristiano Ronaldo pasaron el trámite, pese a que el sevillano se las vio con Bale, y están a disposición del técnico para el penúltimo de los clásicos de la temporada. Partido en el que estará Pepe, que ayer no actuó al estar sancionado.