Crisis económica

Jeta mayestática

La Razón
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Es increíble hasta donde puede llegar la onda expansiva de una crisis. Los cimientos de los estados más fuertes se han tambaleado con la escasez de dinero, epicentro de un terremoto financiero que luego ha salpicado al mismísimo sistema. Hay quien se plantea incluso reformas en el modelo autonómico, cargarse las comunidades o pulverizar las diputaciones provinciales. La clase política está muy tocada, ha perdido credibilidad.

Un ciudadano medianamente instruido no entiende la duplicidad de funciones. Cuesta asimilar que una vez transferidas determinadas competencias se dupliquen servicios al mismo tiempo que se recortan las mejoras sociales. También es difícil desayunarse los titulares de los pinganillos y la pasta que cuestan los traductores catalanes, vascos o gallegos para que cuatro mangarrianes den rienda suelta a sus caprichos lingüísticos a costa del contribuyente (desempleado en cuatro millones de los casos).

Estamos hartos de la incompetencia de muchos, del malfacer de otros y de la jeta mayestática y demagoga de aquellos dirigentes que prefieren que el país se hunda si a cambio sobrevive su grupo. Hay mimbres para sacar esto adelante. Hace falta compromiso, coherencia y unidad. A menos de cuatro meses para las elecciones municipales y autonómicas algunos tienen miedo de perder la poltrona. Un buen político tendría que tener ilusión para buscar soluciones.