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«No veo a mi marido capaz de disparar una escopeta»

«Fue muy duro ver a Juan José esposado saliendo por la misma puerta que el asesino de mi hija»

«Cambiaría cinco años de cárcel por ir al Congreso a defender mi causa»
«Cambiaría cinco años de cárcel por ir al Congreso a defender mi causa»larazon

SEVILLA- La vida de Irene Suárez ha estado ligada a la exposición mediática desde la desaparición y posterior muerte de su hija Mari Luz. Esta realidad se reprodujo la semana pasada, cuando de madrugada, su marido, Juan José Cortés, se vio envuelto en un tiroteo en el Torrejón (Huelva). Es una mujer tímida y sencilla que se «agarra» a Dios para seguir adelante, después de que la tragedia se adueñara de su familia tras el asesinato de su única hija: Mari Luz. Parece nerviosa y reconoce estarlo. Lo de conceder entrevistas no es lo suyo, pero lo hace por su marido, a quien define como «un hombre bueno».

–¿Cómo se enteró del tiroteo de la semana pasada?
–Fuimos a comisaría porque se llevaron a uno de mis cuñados, supuestamente porque había algo raro en su carné de identidad. Fuimos todos y de golpe y porrazo comenzaron a nombrarlos y los metieron para adentro. No nos dijeron que estaban detenidos hasta las 8:30 de la mañana. Fue una noche muy larga y desesperante. Preguntamos una y otra vez qué pasaba pero nadie nos respondió. Cuando les dio la gana nos aseguraron que estaban los cinco detenidos.

–¿Qué sintió cuando vio entrar a Juan José esposado por la misma puerta por la que lo hizo tantas veces Santiago del Valle, asesino de Mari Luz?
–Me superó por completo, no esperaba verlo esposado, saliendo de ese camión... Fue muy difícil, muy duro.

–-¿Considera a su marido capaz de levantar una escopeta y disparar contra alguien?
–-No, no le creo capaz. No ha sido violento ni en los peores momentos. Los dos hemos sido nuestros paños mutuos de lágrimas. No ha sido violento nunca. Y no lo digo sólo yo, puedes preguntar en el barrio. Por la calle todo el mundo le saluda y mi propia familia habla más con él que conmigo. Preguntes a quien preguntes, nadie te puede hablar mal de él.

–Se ha comentado que lo que pretendía Juan José Cortés era quemar la casa con un bidón de gasolina...
–Es todo ciencia ficción. Cuando escuché eso por televisión pensé que en breve dirían también que llegó volando e intentó entrar por la ventana con una capa... Ha sido todo surrealista. Primero dijeron que era él el que llevaba la escopeta, luego un bidón de gasolina... Todo es mentira.

–¿Es verdad que tenían problemas en la Iglesia Evangélica a la que pertenecen, que esa curcunstancia una de las posibles causas que se ha apuntado como origen de la reyerta?
–Tampoco es cierto. No hemos tenido problema alguno con la gente, al revés. Habíamos comprado cosas nuevas para la Iglesia y había mucha membresía. Hablan por hablar, para rellenar renglones de los periódicos... Al final todo se va a quedar en una anécdota, pero una anécdota muy dura.

–¿Qué le diría a quienes ya han condenado a Juan José?
–-Que miren dentro de ellos y que si escupen para arriba cualquier día les caerá. Es muy fácil hacer juicio de algo que puede pasarle a cualquier persona.

–¿Cree que algunos miembros de su familia hubieran preferido que Juan José se tomara la justicia por su mano?
–-Juan José siempre ha confiado en la Justicia. Hoy hemos estado en un gran almacén y se ha acercado una mujer que no conocíamos de nada y nos ha dicho: si hubiera sido mi hija, los hubiese matado. No se trata de la familia en concreto, es el sentir que tiene toda España.

–¿Se ha sentido responsable por algo de lo ocurrido en los últimos días?
–No, de nada.

–¿Qué opina de la carrera política de su marido?, ¿le apoya?, ¿cree que debe seguir?
–-Nunca me ha gustado. El que se dedique a la política lo coloca en el ojo del huracán y por eso, de lo que ha pasado han pretendido hacer carnaza. Antes de enterarnos de que estaba detenido, ya estaba saliendo por la televisión el delegado hablando del asunto –se refiere al subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago–. Para mí ha sido muy fuerte. Sé qué él dice que es su lucha pero yo creo que no va a poder hacer nada... Si por él fuera, quitaba toda la maldad de este mundo, pero no le dejan. La maldad parece que gusta y cuantes más cosas buenas haces es peor. Que cada uno viva como pueda y quiera y ya está.

–¿El Partido Popular lo ha respaldado después de verse implicado en el tiroteo?
–Lo ha respaldado con prudencia. No se ha mojado del todo, aunque parece que lo están apoyando.

–Por todo lo ocurrido y lo que se ha dicho de ustedes, ¿le gustaría marcharse del Torrejón?
–Me siento arropada y querida. Nosotros nos sentimos en el barrio, aunque si pasan estas cosas... Hemos pensado trasladarnos a Sevilla. La gente me apoya, viene a casa a verme, me paran por la calle para preguntarme... en el barrio no se respira un ambiente raro, todo lo contrario.

–¿Cómo están sus hijos?

–Mal, sobre todo el mayor de 17 años. El pequeño ha estado un poco más al margen, pero se nota que no lo ha pasado bien, que también ha sufrido. De todas formas, no hay problema, no tienen ningún tipo de duda porque ambos saben el padre que tienen.


EN PRIMERA PERSONA
Irene Suárez vive un calvario desde la muerte de su hija Mari Luz. durante los últimos días ha tenido que soportar las duras críticas contra su marido por un conflicto familiar. Irene siempre está a la sombra de Juan José, pero es su principal apoyo, su fuente de energía en la larga lucha por lograr la cadena perpetua revisable. Ahora ha dado un paso al frente y ha pedido el turno de palabra. Juan José lo es todo para ella y eso se palpa en cada gesto, en cada respuesta.


«Cambiaría cinco años de cárcel por ir al Congreso a defender mi causa»
El incidente del tiroteo no ha cambiado ni un ápice las convicciones de Juan José Cortés, que se mantiene fiel a sus principios y sigue reclamando la cadena perpetua revisable para que no se repitan casos como los de su hija. Así, Cortés reconoció que «yo moriría por mi lucha. No me va a importar lo que digan ni lo que pase. Moriré por conseguir que en España exista la cadena perpetua revisable y que el sistema judicial funcione para que no pase más lo de mi hija». Para lograrlo ha mantenido contactos con el PP. «Javier Arenas –líder de los populares andaluces– se ha portado como un señor. Me decidí por el PP porque me di cuenta de que era muy posible que llevaran las propuestas que defiendo al Congreso. Pienso que luchar por luchar no merece la pena. Hay que hacerlo cuando realmente crees que tus objetivos se pueden cumplir», dijo. El siguiente paso es ir en las listas populares y trasladar su lucha al Congreso: «Allí es donde se lucha. Si no lo logro mucha gente va a salir perjudicada y sería una pena... Si voy, van a ganar todos menos yo». «Aunque no fuese culpable, pasaría cinco años en prisión por poder ir al Congreso y defender lo que tengo que defender. Pagaría ese peaje. Incluso aunque no me paguen un euro en el Congreso» concluyó.