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De la Casa de Campo al Parque de Atracciones

Patricia se encontró ayer con su lugar habitual de trabajo (sólo durante los fines de semana o festivos) tomado por la Policía. Los agentes desplegados por la zona de la Casa de Campo donde cada domingo instalan sus tenderetes los vendedores de comida latinoamericana impidieron ayer que Patricia y sus colegas pudieran hacer negocio a costa de sus compatriotas.

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Pero la medida policial, parece que sólo funcionó a medias. Efectivamente, nadie montó su tenderete donde solía hacerlo cada domingo, pero tampoco se fueron a casa. Esta ecuatoriana de 42 años, por ejemplo, «aparcó» su carrito repleto de mango picado, granizados y todo tipo de chucherías frente a la puerta principal del Parque de Atracciones, muy cerca del Lago. Y lo cierto es que el día se le dio mejor que si se hubiera quedado donde siempre. Dentro del Parque se celebraba el «Día de Ecuador», por lo que la comunidad latina acudió en masa a la cita y, a la salida, pudieron seguir degustando algunos de sus platos típicos como la empanada verde, la «fritada» o el «ají».

Porque Patricia no fue la única vendedora ambulante que cambió de emplazamiento ante el cerco policial en la zona de Lago. Otra media docena de puestos regentados por ecuatorianos instalaron su tenderete muy cerca del Parque de Atracciones o junto a la boca de metro de Batán. «El resto no se donde habrán ido, los colombianos suelen frecuentar mucho el parque de Pradolongo», comentaba la mujer, «pero imagino que muchos compañeros habrán tenido que tirar comida».

El despliegue especial de la Policía Municipal para evitar los altercados del domingo 19 de septiembre consiguió, al menos, que ningún comerciante hiciera negocio ayer en el lugar de «domingueo» por excelencia de los latinoamericanos afincados en Madrid. La operación, según fuentes policiales, transcurrió de forma tranquila. El pasado domingo, cuatro agentes resultaron heridos y cuatro vendedores detenidos en medio de una batalla campal con piedras y botellas por los aires incluidas.