España

OPINIÓN: El cambio responsable

La Razón
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Arranca un curso político que sin duda estará marcado por las próximas elecciones generales. Ha pasado un mes desde el anuncio de Zapatero y lejos de haber generado estabilidad, hoy la incertidumbre es aún mayor entre los ciudadanos, las empresas, los autónomos, los mercados y nuestros socios internacionales. Ya entonces dijimos que cuatro meses era demasiado tiempo hasta las elecciones, y los acontecimientos, lamentablemente, nos han dado la razón.

El problema ya no es lo que haya hecho o dejado de hacer el Gobierno, ahora el problema es el país que dejan. Y es que el PSOE nos ha dejado como herencia, una España en la encrucijada, cinco millones de parados, una deuda insostenible, graves problemas de cohesión territorial, un sistema de bienestar social que ha sufrido el mayor recorte de nuestra democracia y, como colofón a su herencia, nos pretende dejar a Rubalcaba.

Pero España es una gran nación, formada por millones de ciudadanos capaces de superar cualquier reto. De hecho, a día de hoy cinco millones de españoles que no encuentran trabajo se sobreponen a diario de las dificultades y las trabas que esta crisis económica les pone por delante. Lo que ha faltado en todo este tiempo es un Gobierno a la altura de las circunstancias pero sobre todo a la altura de los ciudadanos. Y hasta que se produzca el cambio político, la actual situación económica obliga a actuar con responsabilidad, como siempre ha hecho el PP.
Por eso, esta larga campaña electoral sin duda servirá para seguir dando a conocer el proyecto político que nuestro partido representa con Mariano Rajoy a la cabeza. Un proyecto que ofrece lo que nuestro país necesita: mesura, reformas, estabilidad, eficacia, esperanza, austeridad y rigor.

Pero al mismo tiempo tenemos la obligación de generar confianza dentro y fuera de España. Y en este sentido, que Zapatero haya decido acordar con el PP (que ya lo había pedido hace un año) la reforma de la Constitución para garantizar la estabilidad es otro ejemplo de nuestro compromiso en momentos tan difíciles como los que vivimos. En la práctica, esta medida supone constitucionalizar el sentido común y obligar a los Gobiernos a actuar como cualquier familia, sin gastar lo que no se tiene, ni hipotecar el futuro de nuestros hijos.

Los ciudadanos saben que podemos sacar a España de la crisis, y lo saben porque ya lo hicimos. Por eso es necesario que ese cambio político que la gran mayoría demanda se convierta cuanto antes en realidad, para que salga de las urnas un Gobierno eficaz, creíble y fuerte, que sea capaz de generar la confianza y el optimismo que el actual ha sido incapaz de ofrecer. Comienza el cambio.