OPINIÓN: Cambio de modelo

Una vez más nos han sacado los colores en educación. Si de hacer el ridículo se tratase no sería grave, el problema es que se trata de la educación de nuestros jóvenes y, por lo tanto, del presente y del futuro de España. No es una frase bonita, es una tremenda y dolorosa realidad. El fracaso escolar, el abandono prematuro y el 40% por ciento de paro juvenil se unen a unos resultados internacionales donde se refleja el estancamiento de la educación española desde hace una década. En educación quien no avanza retrocede y en la sociedad del conocimiento, una juventud mal preparada es garantía de un futuro fracaso económico y social. Lo peor de la situación es que durante diez años hemos incrementado los recursos en un 50% y el Gobierno socialista ha puesto en marcha una nueva ley que ha seguido la estela de la LOGSE. La respuesta del Ministerio es que España se consolida como ejemplo de equidad educativa. Mucho me temo que se confunde equidad con mediocridad. No existe equidad cuando, por ejemplo, la diferencia en lectura entre comunidades llegar a ser de 55 puntos. Diferencias aún mayores en Matemáticas y Ciencias. Es decir, el lugar de residencia condiciona el éxito o el fracaso escolar. La situación es alarmante y requiere un urgente y profundo cambio del modelo educativo.