Barcelona
Fracasa la huelga gereral de los piquetes
Lejos queda ya el histórico 14-D de 1988. Ahora nada es igual que en aquellas fechas y los sindicatos son conscientes de la imposibilidad de repetir en pleno siglo XXI el éxito de entonces. Por eso la séptima convocatoria de huelga general de la democracia española pasó ayer a los anales de la historia sin pena ni gloria
Ni siquiera sirvió para torcer la voluntad del Gobierno y conseguir modificar la reforma laboral de Zapatero, que consagra el despido por causas objetivas de 20 días de indemnización por año trabajado. Es más, el Gobierno evitó, en todo momento, responder a las centrales sindicales para «no engordar la bola» y poder negociar a partir de hoy la reforma de las pensiones y los Presupuestos Generales del Estado del próximo año.
El Ejecutivo rehusó entrar en una guerra de cifra con las centrales por primera vez en una convocatoria de este tipo. Tradicionalmente, tanto los Gobiernos de Felipe González como los de José maría Aznar han facilitado cifras de seguimiento de los paros que han sufrido.
Lla realidad es que el seguimiento del paro general de ayer contra la reforma laboral y la futura modificación de las pensiones fue muy aislada. El rostro de Cándido Méndez, secretario general de UGT, que compareció junto a Ignacio Fernández Toxo, su homólogo en CC OO, al mediodía de ayer lo decía todo. Méndez, con un semblate extremadamente serio, anunció el éxito de la convocatoria. Acto seguido, Toxo corrobó, sin excesiva convicción, el triunfo de la protesta contra el Ejecutivo.
Y es que la jornada de huelga general tuvo un seguimiento moderado en los principales sectores, aunque la industria paró y el transporte funcionó bajo mínimos. Además, fue desigual por comunidades autónomas. Los sindicatos cifraron el seguimiento en el 70% y en 10 millones los trabajadores que no habían ido ayer a trabajar.
En su primera comparecencia del día, los secretarios generales de UGT y CC OO advirtieron al Gobierno de que le iba a ser imposible negar el «éxito incuestionable» de la huelga, que también ha supuesto un «éxito democrático de los trabajadores y trabajadoras». Sin embargo, adelantaron que no les bastaría con ello. «No nos conformamos con el éxito, queremos una rectificación de las políticas», añadió Toxo. La rectificación, sin embargo, no pasa por una simple llamada para reunirse con ellos durante las próximas jornadas. Según afirmó Méndez, 2al día siguiente no nos convocamos con una llamada, debe tener contenido». «El día 30, el 1 o el 2 no podemos sentarnos en La Moncloa como si no hubiera pasado nada», defendió Toxo antes de instar al Gobierno a «enviar mensajes inequívocos en relación con las demandas de cambio». «La espera no puede ser eterna, hay muchos parados y muchas personas en riesgo de pobreza extrema», declaró.
Pese a este tono triunfal, no consiguieron su propósito: parar el país, pese a que los piquetes se emplearon a fondo y actuaron con violencia. Como botón de muestra de su contundencia, al grito de «o cierras o entramos a comprar», una nutrida representación sindical fue cerrando a su paso los escasos comercios que aún estaban abiertos en la Gran Vía madrileña. Mientras, la Policía Nacional permanecía en sus puestos, después de recibir la orden de no cargar tras los incidentes acaecidos en una fábrica de CASA en una localidad de la capital española.
Por la mañana, nueve personas resultaron heridas en el transcurso de unos incidentes a las puertas de la empresa EADS CASA, en Getafe (Madrid), donde la Policía Nacional cargó y uno de los agentes efectuó varios disparos al aire. Los incidentes se registraron cuando los piquetes informaban a los trabajadores de que en EADS CASA no había obligación de prestar servicios mínimos.
Los heridos, de diversa consideración, fueron atendidos unos en el servicio médico de la empresa y otros en la mutua de accidentes. Según el líder de CC OO en Madrid, la Policía entró en las dependencias de EADS CASA y cargó contra trabajadores que estaban en el interior, que les hicieron frente. Los agentes retrocedieron y, en un momento determinado, uno «debió» tropezar y efectuó ocho tiros al aire. Los trabajadores recogieron los casquillos y comunicaron los hechos a la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid.
Cien detenidos
Éste fue el mayor incidente de una jornada caracterizada por la violencia de los piquetes «informativos». De hecho, su actuación se saldó con la detención de más de cien personas en toda España por participar en altercados y actos vandálicos durante la jornada, en la que se registraron diversos incidentes, sobre todo en Madrid, Barcelona y Valencia y en zonas industriales de Asturias, Galicia y Andalucía.
Sólo en Madrid, la Policía y la Guardia Civil detuvo a 38 personas y otros 1.500 integrantes de piquetes fueron identificados de cara a posibles acciones legales contra ellos. La ciudad de Barcelona también fue escenario de graves altercados y actos vandálicos protagonizados por grupos de apariencia antisistema, que se saldaron con al menos 43 detenidos. Los Mossos d'Esquadra desalojaron la antigua sede de Banesto en la plaza de Cataluña, que fue «okupada» el pasado fin de semana y que, según la policía autonómica, estaba siendo utilizada como refugio de personas que habían cometido disturbios durante la jornada de huelga.
A partir del mediodía, se levantaron barricadas con contenedores en distintos puntos del centro de la ciudad condal, se incendiaron un vehículo de la Guardia Urbana y se causaron daños a varias unidades móviles de los medios de comunicación. También, un grupo de jóvenes «antifascistas» asaltaron y destrozaron la librería Europa.
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