«El toreo es el arte del instante»

MADRID- El arte empapa en todo su ser a la Fiesta Nacional. ¿O es a la inversa? Ava Gardner, Picasso, García Lorca, Yves Saint Laurent... La novena jornada de las Tertulias de San Isidro, organizadas por el diario LA RAZÓN y que acoge el restaurante Café de Oriente, ahondó en la relación entre las disciplinas artísticas, del baile a la poesía, y el toreo. De ahí la presencia del maestro Curro Romero y su esposa, Carmen Tello, la bailarina María Rosa, la modelo María Pineda, el diseñador Elio Berhanyer y la directora general de la Fundación José Manuel Lara, Ana Gavín. Completaron la mesa Pilar González del Valle, marquesa de Vega de Anzo; Pilar González de Gregorio, duquesa de Fernandina; el director del Gran Hotel Conde Duque, Rubén Domínguez; Nuria López, directora de márketing de Álvarez Gómez, y José María Tomás, director gerente de Vi-Spring Las Rozas. Ejerció de moderador Enrique de Miguel Rodríguez, responsable de Relaciones Institucionales de LA RAZÓN de Sevilla. «El toreo es el arte del instante. No se puede disfrutar igual a través de la televisión. El miedo, el ambiente de la plaza, la ceremonia... O lo vives en directo o resulta complicado sentirlo», recordó una de las fieles a las tardes de Las Ventas, Pilar González del Valle. «A mí me apasiona el toro, el animal. Aunque lo paso mal en la plaza cuando veo al diestro arriesgar su vida, el toro me parece espectacular en su movimiento, en su ser», destacó María Pineda. «La lidia también es baile, no hay más que ver los quiebros de cintura», apostilló María Rosa para, a renglón seguido, certificar que «la simple estampa del paseíllo de Curro Romero es arte, no se lo he visto hacer a nadie como a él».

Seducidos por la modaY es que la estética taurina ha seducido a los grandes de la moda, desde Elio Berhanyer –que en su más reciente colección presentada en Cibeles rememoró el aire goyesco de los bandoleros– a la reciente pasión de Armani por Cayetano Ordóñez. «Hace unos días no había más que ver, por ejemplo, a Morante en un tono gris tórtola, con capote frambuesa y su particular lazada. Era en sí mismo un espectáculo», comentó González del Valle. «El propio Yves Saint Laurent creó un traje de luces –con capa de gasa rosa– que se muestra estos días en París en la exposición homenaje al creador», señaló Ana Gavín, que se detuvo además en el interés cultural que despierta más allá de nuestras fronteras el mundo del toro. «Francia, Colombia y México son los lugares donde se publica más y son más receptivos», relató la directora general de la Fundación José Manuel Lara. «Hay un hecho bastante curioso. Aunque la narrativa ha abordado este asunto, sin duda alguna es la poesía la que ha centrado el interés de la Fiesta, quizá por lo que tiene de mito y religioso», apostilló Pilar González de Gregorio. ¿Y el mundo del cine? «No hay personalidad internacional que haya pisado nuestro país que no se haya interesado por visitar una plaza», comentó Enrique de Miguel. «A Ava Gardner le encantaban los toros y el flamenco. Todas las noches nos íbamos a Zambra», sentenció Elio Berhanyer. ¿Pero llegó a ser una entendida de la Fiesta? «A mí me parece que era más aficionada a los toreros, entendía de anatomía taurina», apuntó la duquesa de Fernandina, con la mente puesta en su relación con Luis Miguel Dominguín.

Primero, la figuraCogiendo al vuelo las pasiones taurinas, Enrique de Miguel lanzó entonces una pregunta, no al aire, sino a Carmen Tello y María Rosa, viuda del matador de toros colombiano Óscar Cruz Manrique : «¿Primero te enamoras del torero o del hombre?». «A mí me presentaron a mi esposo como torero y no le hice ningún caso hasta que cené con él una vez en su país», recordó María Rosa. «Para mí, primero fue la figura», se sinceró la esposa del maestro de Camas, que explicó cómo, «cuando tenía nueve años me volví loca al verle torear por primera vez. Luego, cuando le conocí años más tarde, me enamoré de la persona». «Como muy guapo no soy, no pudo ser un flechazo», bromeó Curro Romero, que hizo un hueco en su agenda para asistir a la tertulia. Y es que el diestro viajó a Madrid para visitar en el hospital a su ahijado, Julio Aparicio.

El menú- LUGAR: Restaurante Café de Oriente; plaza de Oriente 2, en Madrid. - PLATOS: Vieiras gratinadas. Sopa fría de tomates y fresones con arenque ahumado. Rodaballo salvaje al horno y compota de garbanzos tiernos. Carrillada de ternera mansa y puré cremoso de patata asada. Tarta de yema quemada y helado de vainilla.- VINOS: Manzanilla Juncal; Perfecto 2009; Conde de Romanones Rv 2005; Pedro Ximenez de Garvey.- Aroma: Jazmín de las flores, de Álvarez Gómez Balneario.Quo tatam