Leandro: «Tenía planteada una temporada muy bonita»

–¿Cómo se encuentra?
–Sigo evolucionando positivamente. Para la gravedad de la lesión el progreso está siendo rápido.

–¿Qué es peor para recuperarse, una cornada o una lesión como la que ha tenido?
–Sin duda el corte del nervio cubital, porque una cornada sabes que son diez o doce días, pero con esto pierdes sensibilidad y es muy difícil coger los trastos. La recuperación total será dentro de unos cinco o seis meses.

–¿Va todo más lento de lo que había pensado en un primer momento?
–Siempre intentas reaparecer lo antes posible, pero pasan los días y ves que la cosa se va retrasando. Para la gravedad del percance, está siendo una recuperación acelerada.

–Los contratiempos siempre llegan en mal momento, pero su mes de agosto tenía citas muy importantes...
–Todo esto llegó todavía si cabe en un peor momento, porque es verdad que tenía planteada una temporada muy bonita.

–Tenía puestas altas expectativas en este año...
–Sí, porque empecé en Valencia sintiéndome muy bien delante del toro, estaba disfrutando. Este parón me va a endurecer todavía más y me hará coger madurez.

–¿Estará a tiempo para hacer el paseíllo en Valladolid junto a José Tomás el próximo 8 de septiembre?
–Estoy trabajando a marchas forzadas para intentar llegar. Confío en el trabajo de fisioterapeutas y doctores. Somos conscientes de la relevancia del compromiso y día a día me voy sintiendo mejor.

–Tiene compromisos apetecibles también durante este mes...
–Sí, todavía tengo fechas claves. Estoy deseando estar a la altura de esos compromisos, quiero triunfar y resarcirme. Ésos dos son mis grandes objetivos.

–¿Qué balance hace de la temporada, contratiempos aparte?
–Muy positivo. Creo que he tenido buenas actuaciones y tardes importantes en Valencia, en Resurreción en Madrid, en Córdoba...

–¿Cómo se plantea el invierno?
–Trabajando. Quiero seguir descubriendo cosas nuevas y creciendo como torero. Consolidarme como figura es mi gran objetivo.


Manzanares, a hombros en Palencia
Cuarta de la Feria de San Antolín. Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados y de buenas hechuras. Enrique Ponce, silencio en ambos; El Fandi, oreja y ovación; y José María Manzanares, oreja en ambos. En Ejea de los Caballeros (Zaragoza), astados de la ganadería de Montalvo, manejables salvo el 6º. El Cid, oreja tras aviso y ovación tras aviso; Miguel Ángel Perera, ovación y oreja tras aviso; e Iván Fandiño, oreja tras aviso y aplausos. El banderillero Jarocho, atendido de una cornada en el glúteo y otra en el escroto.