Asturias

Vendiendo humo

La Razón
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Así ha estrenado Zapatero el año. En la entrevista de Onda Cero con Carlos Herrera el presidente del Gobierno volvió a hablar de recuperación y dejó claro que no se cree las encuestas. Las que no le convienen, claro está. Y la verdad es que desde hace meses son testarudas al vaticinar la victoria de los populares y cada vez por un margen más amplio. El que blandió los sondeos para intentar que Tomas Gómez no fuera el candidato por Madrid asegurando que la preferida de la militancia era Trinidad Jiménez, ahora le augura a Rajoy una tercera derrota. Se equivocó en el caso de Gómez y se va a equivocar en el de Rajoy, salvo que los propios populares se empeñen en darse su tercera castaña en las urnas. Piedras en el camino de La Moncloa no le van a faltar al líder de la oposición, a quien ya le ha crecido su primer enano nada más estrenarse el nuevo año. Cascos es un mal enemigo al que pueden aferrarse los nostálgicos de los tiempos de esplendor, y aunque su reacción ha sido exagerada, excesiva como él mismo, la situación del PP en Asturias no se ha gestionado desde la calle Génova nada bien. El asunto Cascos se ha dejado pudrir durante meses aplicando esa teoría de que los problemas termina por solucionarlos el tiempo. Y es el tiempo el que se le acaba a Zapatero y su partido para esa remontada que cada día suena más a ensoñación. Si hace apenas tres semanas afirmaba en el Congreso que nos esperaban aún cinco años de crisis, ante los micrófonos de Onda Cero volvía a las andadas y aseguraba que en apenas doce meses volveríamos a un crecimiento sostenido. El vendedor de humo ha regresado tras un par de meses en los que apenas si ha abierto la boca salvo en las sesiones parlamentarias. Y ha vuelto para intentar ganar imagen pensando en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, que pueden marcar el principio del fin de un ciclo político que está jugando la prórroga según todos los sondeos, incluidos los del CIS. La España sin humos del tabaco esta envuelta en más humo que nunca. El que provoca la acción de un Gobierno que, por unas cosas o por otras, está consiguiendo cabrear a la gran mayoría de los ciudadanos. Es posible que no fuera ésa su intención, pero la ministra de Sanidad, Leire Pajín, parece haber excitado el gusto por la delación, por el chivateo, en estos primeros compases de la Ley Antitabaco. El número de denuncias es significativo y el celo de los agentes de la autoridad, en algunas ocasiones, está fuera de lugar. Eso de identificar a quienes se encontraban en ese asador de Marbella fumando porque su propietario se ha declarado insumiso casa mal con la constante apelación a la tolerancia con la que nos obsequian diariamente los políticos, pero sobre todo los socialistas. Entre los sediciosos controladores, los insumisos del pitillo y el estado de alarma, el nuevo año no parece que haya echado a andar con muy buen pie. El paro sigue siendo la gran asignatura pendiente y ninguna de las medidas tomadas hasta ahora parecen surtir efecto para invertir la tendencia. La credibilidad de ZP es la que no remonta, y eso que llamamos mercados identifican España con su Gobierno, y así no hay manera de que las aguas se tranquilicen.