Sevilla
La Junta cobrará a los alumnos de la escuela pública a distancia
SEVILLA- La Consejería de Educación cobrará a partir del próximo curso a los alumnos que se matriculen en el Instituto de Educación a Distancia de Andalucía (IEDA). Se trata de un centro público con sólo una peculiaridad que lo hace distinto al resto de institutos: los estudiantes aprenden a través de internet y tienen a su disposición una plantilla de profesores –funcionarios– que elaboran los temarios, proponen las tareas y evalúan sus avances. El próximo curso la matrícula no será gratuita y los alumnos critican la decisión porque la consideran discriminatoria: un alumno que curse estudios de bachillerato para adultos en modalidad presencial o semipresencial en un centro público no paga nada; ahora, por hacerlo de manera virtual, sí tendrá que hacerlo.
El decreto que regula la creación del IEDA se aprobó el 7 de diciembre de 2011 (publicado en el BOJA de 27 de diciembre), pero ya venía funcionando adscrito al IES Los Viveros (Sevilla). Según señalan desde la Consejería, ya ahí se anunciaba esa posibilidad, que se regulará mediante una orden en los próximos días. El artículo 25.1 dice que el «alumnado contribuirá al coste mediante el abono de los precios que se determinen por enseñanza. Estos precios tendrán la consideración de precios públicos...». De hecho, el periodo de matriculación para el curso 2012/2013 que estaba previsto que se abriera en la primera quincena de junio se ha aplazado hasta la aprobación de las nuevas tasas. Desde la Consejería argumentan que será el primer curso que funcione de manera «oficial» el centro. En realidad, ya en este curso que acaba de finalizar, el IEDA ha expedido sus propios títulos y ha gozado de un código propio no vinculado a ningún otro instituto. Por tanto, alumnos que han estudiado sin pagar nada este año, sí tendrán que hacerlo para seguir recibiendo su formación.
Esta circunstancia ha generado malestar entre el alumnado. Son personas mayores de 18 años que, en la mayoría de los casos, han retomado los estudios para mejorar su cualificación profesional. Algunos se han organizado y quieren trasladar sus quejas a los portavoces de educación de los grupos parlamentarios porque consideran que se trata de un instituto público.
Además, señalan que también realizan pruebas presenciales (una al trimestre o al cuatrimestre en función de la enseñanza) y que, por tanto, no son tantas las diferencias con la enseñanza semipresencial, que seguirá siendo subvencionada en su integridad por la Junta de Andalucía.
La decisión de la Administración andaluza es compartida por el director de IEDA, Juanjo Muñoz. Asegura que entiende la postura de los alumnos aunque defiende que es necesario «fidelizar la matrícula». Expone casos de personas que han abandonado las enseñanzas a mitad de curso, lo que dificulta las tareas de organización del centro y además supone un coste para la Administración. Opina que un precio «razonable» podría oscilar «entre 10 y 12 euros por asignatura», lo que garantizaría «el interés» de las personas que se matriculan en las distintas enseñanzas. Un alumno matriculado de diez asignaturas pagaría en torno a 120 euros por el curso completo. Muñoz señala que en otras comunidades se paga más que en Andalucía. Y argumenta que hay reducciones sobre el precio para personas en situación de dificultad social o riesgo de exclusión (artículo 25.2).
Desde la Consejería de Educación aseguran a este periódico que los alumnos de la enseñanza a distancia no pagan nada por los materiales ni se les exige comprar libros, algo que sí ocurre en la disciplina semipresencial. Los temarios son elaborados por los docentes y están en internet.
El argumento se tuerce cuando se consulta el decreto de creación del IEDA. Los materiales también son de libre acceso para los alumnos de la enseñanza semipresencial. El artículo 4 es claro: «Los materiales producidos por la Consejería competente en materia de educación para su uso en enseñanzas impartidas en las modalidades semipresencial y a distancia se realizarán bajo una licencia abierta que permita su reutilización, adaptación y redifusión por el resto de la comunidad educativa y como recurso de autoaprendizaje por parte de la ciudadanía».
Muñoz admite que los alumnos matriculados en la enseñanza semipresencial usan los materiales que ellos elaboran, pero recalca que los docentes les obligan en muchos casos a la compra de otros libros de texto, lo que equipararía el gasto en ambos casos.
No son las únicas quejas. La aplicación del decreto de constitutición expulsará de la enseñanza pública a distancia a los extranjeros no empadronados en la región. El artículo 13.6 dice que «para acceder a las enseñanzas impartidas en el IEDA se deberá tener adquirida la condición de andaluz o andaluza en los términos recogidos en el artículo 5 del Estatuto de Autonomía para Andalucía, o tener reconocida la identidad andaluza según lo dispuesto en el artículo 6 de dicho Estatuto».
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