El director general de Tráfico, Pere Navarro, debe desconocer el significado de la palabra austeridad. Si no es difícil de entender que se haya gastado un millón de euros –entre mobiliario y reformas– en su traslado, y el de parte de su equipo, a unas nuevas instalaciones en la sede de la DGT. Navarro debería mirar cada euro que gasta su departamento, sobre todo si se trata de gastos tan accesorios como un cambio de despacho, que pagan todos los españoles que, ellos sí, se aprietan el cinturón, y no sólo el de seguridad.

Revilla deja en herencia una deuda desorbitada
A juzgar por lo que el PP ha encontrado al asumir el Gobierno de Cantabria, no puede decirse que Revilla fuera un ejemplo de contención en el gasto. El presidente, Ignacio Diego, auguró ayer que la deuda rondará a finales de año los 1.500 millones. Una política de «tierra quemada» que es responsabilidad tanto de Revilla como de los incumplimientos de Moncloa con Cantabria.

La fatiga, peligro al alza en las carreterasAhora que se multiplican los desplazamientos por carretera, parece necesario que los conductores se conciencien de la necesidad de hacer descansos en viajes largos. No en vano, la fátiga es una de las principales causas de mortalidad en carretera, junto con el exceso de velocidad, el alcohol y las distracciones. Y de todas ellas, la fátiga es la única cuya incidencia creció en 2010: hubo por esta causa 149 fallecidos, un 7,2% más que en 2009. Toda una llamada de atención a la prudencia y a la responsabilidad de todos al volante.