La ceja partida por Javier G Ferrari

El actor Toni Cantó, diputado electo por Valencia en las filas de UPyD, calificaba el pasado fin de semana a la mayoría de los artistas que apoyaron a ZP en las dos ocasiones en que ganó las elecciones con mayoría simple, de «ratas que abandonaban el barco», y no le faltaba razón. Quizá ese mutis por el foro haya pesado en el ánimo del Consejo de Ministros que el pasado viernes decidió dejar a los creadores con el culo al aire al enterrar en un cajón la ley contra la piratería. Una vez más pagan justos por pecadores y habrá que esperar a que el nuevo Gobierno, el que formará Mariano Rajoy en algo más de un par de semanas, active el Reglamento que frene de una vez la impunidad en la que se mueven quienes roban las ideas ajenas. Otro regalito más de los muchos que este Gobierno, en funciones de nada, le deja al PP que tiene que desactivar un auténtico campo de minas para enderezar, en lo posible, la lamentable gestión que los socialistas han realizado en los últimos tres años y medio. Por si no fuera suficiente con la deuda, y con el paro que sigue creciendo de forma incontrolada, el nuevo gobierno tendrá que perder el tiempo en quitar algunos palos que, por pura frivolidad, los salientes han dejado metidos en las ruedas de la gobernación. Desde la memez del informe sobre el Valle de los Caídos, hasta asuntos de enorme trascendencia como los presuntos acuerdos con ETA desvelados por el inefable Eguiguren, o este de seguir dándole oxígeno a los que han hecho de la red un puerto de arrebatacapas. Los artistas que en la reciente campaña electoral se echaron en los brazos de Izquierda Unida sólo representan una parte muy pequeña del mundo de la creación artística e intelectual. Por eso el Gobierno saliente lo que ha hecho ha sido partirle la ceja, no a esos titiriteros, sino al grueso de los intelectuales de verdad y a toda una industria.