Elecciones en Portugal

Democracia herida

La Razón
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Si los socialistas no gobiernan ¡la democracia no funciona! Se llenan la boca con la democracia pero no creen en ella: primero, porque cuando mandan no dejan a la gente elegir, vamos, ni fumarse un pitillo; y segundo, porque desconfían de lo democrático por excelencia: la alternancia en el poder. Recurren a una sociología barata según la cual el pueblo es de izquierdas. Vamos, que no puede ser de otra manera. Y, por lo tanto, si no vota a la izquierda, algo está mal. Ya no dicen, como Alfonso Guerra, que lo que está mal es el pueblo, pero alegan que está mal la democracia misma porque permite que gane la derecha. Como no puede hacerlo democráticamente, la derecha recurre a la crispación, a la democracia de baja calidad. Esto, o sea, la alternancia, es gravísimo e inaceptable, porque, claro, invita a la violencia. Vamos, como gana o puede ganar la derecha, lógicamente algún perturbado se puede sentir legitimado para cometer una barbaridad. Además, lógicamente, estos de la derecha no arriman el hombro, y así no podemos salir de la crisis. Vamos, por culpa de la derecha. Además, si no son de izquierdas, hasta el debate político se embrutece. Sólo los extremos pueden ganar si no gana la izquierda. Si hay gente en la calle, no valen si no son de izquierdas; son apasionados, activistas, radicalizados. Un horror, vamos. Al final, estos tíos de la derecha son exaltados o rehenes de los exaltados. Qué peligro.