Barcelona
Europa en mil páginas
Construir un mundo con todos los elementos posibles. Ése era el desafío que se proponía Gustav Mahler cada vez que debía componer una sinfonía: nutrirse de todos los materiales que tuviera a su alcance para crear un mundo nuevo, distinto, en el cual pudieran darse cita todas las experiencias humanas.
Ese desafío, también, parece ser al que decidió enfrentarse siete años atrás Jaume Cabré, cuando después del éxito conseguido con «Las voces del Pamano» empezó a escribir «Yo confieso», una novela total que sobrepasa las mil páginas y en las que el autor catalán desmenuza nada menos que seiscientos años de historia europea para construir un mundo que cabe, apenas, en un piso de Barcelona.
Seis siglos centrados en la figura de Adrià Ardèvol, un hijo único de un matrimonio de la burguesía catalana, nacido en la década de 1940 en el barrio del Eixample, que crece rodeado de objetos pero al que le falta, sobre todo, el cariño de sus padres: Fèlix Ardèvol, un hombre totalitario que sueña con un hijo erudito, polilingüe, y Carme, una madre ausente que deja al niño al cuidado de su ama de llaves pero que desea oír cómo aprende a tocar el violín. Escondido tras el inmenso sofá del despacho de su padre, el pequeño Adrià conocerá, con una mezcla de asombro y desazón, el frío mundo de los adultos. Así sabrá interpretar el significado de sus muchos silencios, los deseos que sus padres imaginan para su único y futuro heredero. Adrià, no obstante, en medio de esa infancia en la que crece rodeado por una soledad sin límites, encontrará refugio en un universo propio, compuesto por lecturas, por la fascinación que le provocan los objetos antiguos.
La esencia del mal
Alrededor de esta biografía de-sesperada (una adolescencia gris, iluminada por la amistad de una persona que lo acompañará toda la vida, como así también por Sara, su primer amor, con quien volverá a encontrarse al cabo de los años), Cabré despliega numerosos hechos y tramas que se encadenan y se desplazan en el espacio y en el tiempo mientras recorren la geografía y la historia de Europa. La clave es un valioso violín del siglo XVIII, en cuya esencia se cifra la culpa de Adrià y el mal, invisible motor que mueve el destino de Occidente. «Yo confieso», sin embargo, no es solamente una novela de contricción, sino que también pretende dar testimonio de varios siglos de crueldad a la vez que exime de culpa y redime a un hombre que ha crecido en un continente, y en una época, proclives a la exhibición del horror. Jaume Cabré ha escrito una novela grande en todos los sentidos de la palabra: una obra que ha sido compuesta como una larguísima sinfonía en la que cabe todo: la muerte, la vejez, el deseo, la fe, el amor. Incluso un mundo.
«Yo confieso»
Jaume Cabré
Destino
1024 páginas. 26,90 euros.
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