San Antonio
Miguel Ángel el niño que sabía pintar por César Vidal
Insistió en que había acometido la Capilla Sixtina sin haber pintado antes. La realidad es que siendo niño ya había deslumbrado
Si existió un genio del Renacimiento que supiera la importancia de la propaganda, ése fue Miguel Ángel. Su éxito queda demostrado en el hecho de que en la segunda edición de las indispensables «Vidas de artistas» de Vasari, Miguel Ángel había logrado desplazar a Leonardo de la posición de figura cimera del Renacimiento. Entre las leyendas difundidas por él estaba la de que había emprendido la realización de la Capilla Sixtina sin saber pintar. En otras palabras, su genio había prevalecido sobre la dificultad inmensa que significaba la ausencia de formación.
Sin duda, la historia es hermosa, pero no por ello resulta menos falsa. Miguel Ángel, de hecho, comenzó su carrera como aprendiz de pintor bajo Ghirlandaio, un maestro al que hemos podido contemplar más de cerca gracias a una de las exposiciones recientes del Museo Thyssen. Pero, por añadidura, Miguel Ángel dejó tras de sí una muestra de su dominio del arte pictórico en torno a 1487, cuando tan sólo tenía doce o trece años de edad. Se trata de «El tormento de San Antonio», propiedad del Museo Kimbell de Fort Worth, Texas.
Esta entidad privada alberga magníficas piezas de Velázquez, El Greco y Picasso, entre otros, pero no se limita a la pintura y, de hecho, actualmente da cabida a una exposición sobre los mayas, «Fiery Pool: the Maya and the Mythic Sea», fruto de extraordinarios hallazgos recientes y difícil de igualar. En teoría, el niño Miguel Ángel tendría que haberse limitado a copiar, como mero ejercicio de clase, un grabado en madera realizado por el alemán Martin Schongauer.
Sin duda es lo que debieron realizar otros alumnos de Ghirlandaio, pero Miguel Ángel tomó el tema y lo transformó en una pintura extraordinaria cuyos colores y temas recuerdan poderosamente a pintores flamencos de primera fila como el mismísimo Bosco de «El jardín de las delicias». Con un fondo de paisaje recortado y azulenco pintado al óleo sobre tabla, Miguel Ángel modeló la cabeza de San Antonio utilizando la témpera de huevo típica del taller de Ghirlandaio y superó en el trazado de los demonios al mismísimo Schongauer. Ciertamente, el ya famoso escultor que acabó aceptando reacio la realización de los frescos de la Capilla Sixtina no era un novato en el uso de los pinceles.
El Meadows Museum
Si extraordinaria colección de pintura presenta el Kimbell Art Museum, aún superior es la del Meadows Museum de Dallas, Texas, situada en el campus de la SMU. El Meadows cuenta con la mejor colección de pintura española reunida fuera de España y esta semana ha firmado con el Museo del Prado un acuerdo que permitirá el intercambio de obras para exposición durante tres años y la creación de una serie de becas para estudiantes de los respectivos fondos. La oportunidad del convenio se puede comprender cuando se sabe que el Meadows cuenta en sus fondos con numerosas obras de Goya, Velázquez, Ribera o El Greco.
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