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10000 personas bajo la psicosis del volcán

Se está registrando una tendencia ascendente de la emisión difusa de dióxido de carbono en El Hierro, aunque dentro de los valores normales

10.000 personas bajo la psicosis del volcán
10.000 personas bajo la psicosis del volcánlarazon

Tras tres meses de actividad volcánica, los episodios sísmicos detectados en la isla de El Hierro se han ido intensificando, de ahí que el pasado martes empezaran las primeras evacuaciones de Frontera ante el riesgo de desprendimientos. Pero, ¿cómo se originan?, ¿son de origen tectónico o volcánico? y ¿qué hay que hacer ante un escenario de nube de ceniza volcánica o ante un riesgo mayor?
Cada semana, entre 30 y 40 volcanes entran en erupción en el mundo. En el caso de El Hierro, «la isla más joven del archipiélago canario, no es extraño que salgan volcanes», afirma José Luis Barrera, vulcanólogo y vicepresidente del Colegio Oficial de Geólogos.
La explicación es que las placas tectónicas que conforman la corteza de la Tierra se mueven, y al chocar se libera la energía de tensión acumulada. Gracias a este proceso, que lleva millones de años produciéndose, se han originado los relieves geográficos tal y como hoy los conocemos, pero es un proceso que está bastante lejos de completarse. De ahí que al ser El Hierro la isla más joven del archipiélago, no sea nada raro el registro de movimientos sísmicos.
«Desde mediados de julio se han producido más de 8.500 terremotos microsísmicos (sólo el jueves El Hierro sumó 69 sismos, al menos siete por encima de los 3 grados en la escala Richter, y el viernes de madrugada otros 31). La mayoría por debajo de 3.3 grados de magnitud, por lo que casi todos han sido imperceptibles para los ciudadanos, no así para la tecnología, hoy más potente y sensible», explica el vicepresidente del Colegio Oficial de Geólogos.

La Crisis se desplaza hacia el mar
«Casi todos los terremotos que se han detectado en El Hierro –prosigue el experto– son de origen tectónico, es decir, que se está rompiendo una roca. Pero como no existen grandes fallas en esta zona, el único que puede hacer romper las rocas es que el magma suba en superficie. Sin embargo, los movimientos sísmicos registrados en El Hierro están sucediendo en general a una profundidad constante y no subiendo».
La crisis está ubicada a 14 y 17 kilómetros de profundidad al suroeste del municipio de Frontera y desplazándose hacia el Mar de las Calmas. De modo que el riesgo se incrementará cuando los hipocentros sísmicos se registren más arriba.
Para Barrera «el riesgo, por los datos actuales y a pesar de que la situación de alerta es mayor (semáforo amarillo desde el pasado 23 de septiembre), es mínimo. Y no es raro que tenga lugar una erupción submarina que conlleva un burbujeo en el agua por los gases que se emiten. También puede salir al límite de la costa sur, pero, en cualquier caso, el riesgo también es muy pequeño», añade. Ahora bien, ante este panorama lo que puede desencadenarse es un incendio en zonas forestales». De hecho, esta semana el Cabildo de El Hierro ha anunciado un alto riesgo de incendios forestales en la isla.

Ahora bien, pese a que los expertos no prevén que se produzca el peor de los desenlaces posibles, en estas situaciones tomar medidas resulta esencial.

Qué hacer
La población debe estar informada en todo momento de los comunicados que vayan haciendo las autoridades vía megafonía o a través de los medios de comunicación. Cuando se produce un sismo, la población «debe comunicarlo, entrando en la web del Instituto Geográfico Nacional –en www.ign.es–, ya que estos datos son importantes para la valoración de la crisis», recuerda Barrera.
De ser necesario, tal y como ha sucedido en Frontera, se establecerán dos protocolos de actuación: confinamiento y evacuación. «Ante un escenario de nube de ceniza volcánica, la población debe permanecer en su casa y evitar siempre zona de riesgos, como vaguadas, ya que el dióxido de carbono (CO2) se acumula en zonas pegadas al suelo», explica Néstor Padrón, técnico de Seguridad y Emergencias del Cabildo de El Hierro. De hecho, el volcán Teneguía, en La Palma, causó, en el año 1971, una víctima mortal por inhalación de gases.

Tendencia ascendente del CO2
De hecho, estos registros desde que empezó la crisis sísmica están siguiendo una tendencia ascendente, aunque dentro de los valores normales.
«El valor promedio de la emisión difusa de CO2 por el edificio volcánico insular de El Hierro es del orden de 340 toneladas diarias, con un rango que va desde las 150 a las 850 toneladas diarias. Los resultados registrados a lo largo de cinco campañas científicas realizadas desde que se inició esta crisis sismovolcánica a mediados de julio de 2011 se encuentran hasta la fecha dentro del rango de valores considerados normales. Un comportamiento algo diferente se observa en las estaciones geoquímicas permanentes, a través de las cuales se está registrando una tendencia ascendente de la emisión difusa (no visible por el ojo humano) de dióxido de carbono a partir del 20 de agosto de 2011», precisa Nemesio Pérez, experto vulcanólogo y director de la División de Medio Ambiente del ITER.
Siguiendo con el protocolo de actuación, cuando las autoridades ponen en marcha la alerta de confinamiento «tras cerrar las ventanas y poner trapos debajo de la puerta –prosigue Padrón– hay que quitar los objetos pesados que pudieran caer de las estanterías», así como fijar los muebles siempre que se pueda. «Después, una vez que el movimiento sísmico comience, hay que buscar una estructura donde refugiarse, bajo una mesa, por ejemplo», añade Padrón.
Cuando las autoridades comunican que se va a efectuar una evacuación preventiva, como ha sucedido en el municipio de Frontera, «la población debe ir al punto de reunión más cercano al que se encuentre en ese momento (ver mapa de la página anterior)».
«Una vez allí –prosigue–, el personal encargado (que teóricamente irá con un chaleco identificatorio) registrará a la población y se les mandará a un alojamiento que hará de albergue. Para ello, ya hay identificados edificios hoteleros con plazas para el 10 o el 15 por ciento de la población, así como otro tipo de establecimientos que pudieran servir para evacuar a la población de los lugares de riesgo si fuera necesario incrementar el número de plazas». «Para que esto suceda, tienen, según Padrón, que acelerarse y subir en profundidad los movimientos sísmicos». De ser así, y de preverse una situación que requiriera la evacuación de la población, «las compañías aéreas y marítimas actuarán. De hecho, están ya en alerta por si tienen que venir o atracar en la isla», precisa Padrón
«En caso de niños, ancianos y enfermos, tenemos un protocolo especial, ya que a esta población vulnerable es a los primeros a los que hay que evacuar. Los colegios y los hospitales, por ejemplo, tienen su propio plan de ejecución», añade el experto en Emergencias del Cabildo.
En cualquier caso, los científicos prevén que la situación como máximo sea como la que sucedió con la erupción del Teneguía, en La Palma, ocurrida en 1971, que, en vez de ser un factor negativo, atrajo científicos y turistas a la isla.
 

«Hemos tenido un 40% de cancelaciones»
Rebeca Suárez
Parador de El Hierro
«Los turistas están tranquilos porque la situación es de calma. Pero, en los últimos 11 días hemos tenido más de 30 cancelaciones de ocho pernoctaciones de media en el Parador El Hierro; es decir, en torno a un 40 por ciento de cancelaciones, me imagino que porque la gente tiene miedo. Si bien, aquí la situación es de completa normalidad, salvo porque hay que estar informados», explica Rebeca Suárez, adjunta al Centro Regional de Paradores de Canarias. Suárez, que en este momento sustituye al director del Parador El Hierro, explica que este establecimiento hotelero «es el punto de encuentro de la zona de las Playas, por lo que tenemos víveres en caso de alerta».
 

«Han venido a ver cuántos ancianos están en cama»
Rita Machín González
Residencia de Ancianos El Golfo
«Aquí, todo está en calma. Las personas mayores están tranquilas, lo viven con normalidad. Creo que, en todo caso, están más nerviosos los empleados que los ancianos», explica Rita Machín González, directora de la Residencia de Ancianos El Golfo, en el municipio de Frontera (El Hierro). «El personal del 112 –prosigue Machín– vino aquí para ver cuántas personas en cama y en silla de ruedas hay. En total, ahora tenemos a 41 personas, la mayoría se pueden mover por sí mismas, salvo los tres encamados y los que están en silla de ruedas». «Nos han explicado que en caso de proceder a la evacuación, se llevarían a las personas mayores a la residencia que se inauguró hace poco en Echedo», añade la directora.
 

«Los niños oirán un timbre diferente»
Colegio Público Taibique
 Dirección
«Tenemos unos 130 alumnos y la verdad es que están viviendo la crisis sísmica con completa normalidad», afirman la directora del Colegio Público Taibique, en Pinar del Hierro, que prefiere que no salga su nombre ni su apellido. «Hemos puesto en práctica ya el plan de evacuación por si fuera necesario. Los niños saben que cuando suene el timbre con un sonido diferente es señal de alarma», precisa.
«Una vez que suene –prosigue–, hay dos salidas por las que tendrían que salir. Después, los llevaríamos en dirección al campo de fútbol, que es además el punto de encuentro de esta zona para todas las personas que aquí se encuentren en ese momento».
 

«De darse una erupción, habría riesgo de incendio»
Jesús Barranco
Ingeniero de montes
«En un principio la situación es, dentro de la calma, de cierta alerta, porque la crisis sísmica coincide ahora con el final del verano, por lo que la zona está seca, ya que no ha llovido durante dicha estación. De producirse una erupción en las zonas forestales, habría riesgo de incendio, agravada por la época, pero este riesgo disminuirá exponencialmente con el paso de las semanas, al comenzar a producirse las primeras lluvias otoñales, que limitarán mucho el peligro de ignición y facilitarían la extinción. Además, hay medios adicionales en la isla. Y, sobre todo, las perspectivas de una erupción son escasas, y en todo caso estarían concentradas en zonas de costa o, probablemente, el mar», explica Jesús Barranco, ingeniero de Montes de El Hierro.