Cataluña

Batalla a la vista

La Razón
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La guerra en el PSOE no ha hecho más que empezar. Se perciben dos frentes distintos y un tercero por definir. La operación de más calado alinea al felipismo con las antiguas baronías y el aparato del partido. Se trata de liquidar las primarias aupando a Rubalcaba como candidato único. La operación pasaría por un acuerdo con Chacón o, en su defecto, anularla por la vía de la presión. Muchos de los que apoyan esta salida consideran que Zapatero debe dimitir como presidente para permitir el nombramiento del actual vicepresidente como sucesor sin necesidad de primarias ni congreso extraordinario ni adelanto electoral. Opción nada fácil porque Chacón y su entorno están decididos a dar la batalla interna dado que creen que, de haber primarias, la victoria no es imposible. La ministra de Defensa lidera a los que piensan que el debate debe ir mucho más allá de las personas y centrarse en las ideas.

El movimiento 15- M serviría eventualmente como referencia para trasladar a los militantes que nada de lo que hay ahora sirve, y que hace falta un nuevo liderazgo que enarbole la bandera de la democracia total, pidiendo más participación interna y listas abiertas. Chacón cuenta con el respaldo de los sectores jóvenes y de buena parte de las potentes federaciones de Madrid, Cataluña y Andalucía. Finalmente, están quienes, en vez de primarias, quieren un Congreso Extraordinario para renovar ya el partido entero sin tener que recurrir a parches. Patxi Lopez lanzó ayer desde el País Vasco la idea. Probablemente sea una opción en ascenso que pudiera imponerse en el comité federal del próximo sábado. El problema es que, mientras todo este ruido se amplifica, el país sigue completamente parado y Zapatero en La Moncloa.