Móstoles
Una solución para el poblado del Guadarrama
Móstoles propone un convenio entre las administraciones para erradicarlo
MADRID- Es un problema que, al igual que el de la Cañada Real, arranca a finales de los años 60 y es complicado de solucionar. El alcalde de Móstoles, Daniel Ortiz, quiere poner fin de una vez al asentamiento ilegal del paraje de Las Sabinas, situado en la ribera del río Guadarrama a su paso por el término municipal y para ello anunció ayer en la Junta de Portavoces que, en el próximo Pleno municipal del 23 de febrero, presentará una moción para reclamar a todas las administraciones competentes la firma de un convenio que consiga solucionar el problema. Ortiz espera que el PSOE e IU-Los Verdes se sumen a esta iniciativa, que tiene como fin la rúbrica de un acuerdo entre la Confederación Hidrográfica del Tajo, Delegación del Gobierno, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Instituto de Realojamiento e Integración Social y los ayuntamientos de Móstoles, Arroyomolinos y Villaviciosa de Odón para que se acometan, de manera coordinada, las actuaciones dirigidas a resolver la problemática del poblado chabolista. Lo cierto es que, al estar las competencias tan dispersas, la solución del problema es más complejo. No obstante, desde los últimos dos años el Ayuntamiento ya ha mantenido diferentes reuniones para elaborar un conevio marco que determine las formas de actuación de cada administración. «La situación actual, más allá de una infracción urbanística, constituye un problema social que requiere una actuación diligente por parte de las administraciones públicas. Se trata de un conjunto de infraviviendas que no reúnen las condiciones mínimas de salubridad y que en ningún caso pueden contar con red de agua, alcantarillado o alumbrado en condiciones de legalidad, por tratarse de un suelo no urbanizable de especial protección», explicó Ortiz.
Y es que, además de problemas de salubridad, quienes viven allí han sufrido muchos años inundaciones debido a la crecida del cauce del río los días de fuertes lluvias. El alcalde recordó que, a lo largo de los últimos años, el Ayuntamiento ha destinado gran cantidad de recursos municipales tanto a Educación como en ayudas de emergencia a las familias.
Ratas y niños sin escolarizar
El asentamiento cuenta con unas 260 infraviviendas donde viven cerca de 800 personas, la mayoría de etnia gitana. Además de soportar unas pésimas condiciones de salubridad, hay menores sin escolarizar y suelen lidiar con problemas de plagas e inundaciones, al vivir justo en la orilla del Guadarrama. Al igual que ocurrió en muchas zonas de la Cañada, estas viviendas surgieron de la ampliación de casetones de las huertas próximas.
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