Nueva crisis entre Israel y EE UU por la moratoria en Cisjordania

Mientras se espera a conocer los detalles del plan de incentivos estadounidense sobre una ampliación de la moratoria de las colonias para reanudar las conversaciones de paz, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha enfrascado en la hercúlea tarea de convencer a su Gabinete. Hercúlea porque tres días después de que presentara el borrador de la propuesta norteamericana miembros destacados de su propio partido, el Likud, incluidos dos ministros, preparaban una carta en contra de la congelación de 90 días de los asentamientos en Cisjordania.
El viceprimer ministro y responsable de Desarrollo Regional, Silvan Shalom, el ministro sin cartera, Benny Begin, o el ex jefe del Estado Mayor de la Defensa israelí, Moshe Ya'alon, se encuentran entre los firmantes de la misiva que lleva por título: «Oposición a la renovación de la congelación en Judea y Samaria (Cisjordania, para Israel)».

Aunque los rebeldes tratan de recabar apoyos entre el Knesset (Parlamento) presentarán la carta a Netanyahu antes de que el plan de incentivos se vote en la coalición. En la versión final del texto, según el diario «Haaretz», se puede leer: «Nosotros, ministros del Likud y facciones del Knesset, expresamos nuestra oposición a la congelación de los asentamientos en Judea y Samaria».
La propuesta estadounidense surgió después de una reunión de siete horas entre la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el primer ministro israelí la semana pasada. De acuerdo con el borrador, Washington se compromete a entregar a Israel 20 cazabombarderos F-35 (por unos 2.190 millones de euros), a vetar las resoluciones de Naciones Unidas negativas para los intereses israelíes y a excluir a Jerusalén Este de la moratoria. Este último aspecto todavía generaba ayer ciertas dudas.
Falta que la oferta de Obama se haga por escrito y se especifique si la parte oriental queda fuera de la prórroga, como solicitaron algunos ministros. Los aspectos de seguridad están también abiertos, aunque se prevé que incluyan un consenso sobre la presencia de las tropas israelíes en el Valle del Jordán después de la creación del supuesto Estado palestino.

Nadie en Israel descarta la posibilidad de que el frágil proceso se colapse, pero todavía queda margen de maniobra. Netanyahu se reunió ayer con los ministros del ultraortodoxo Shas para que respaldaran el plan. La minoría religiosa sefardí, con gran influencia, podría aceptar abstenerse si se excluyen las construcciones de Jerusalén Este de la moratoria. El partido del ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, expresó también sus reservas, aunque se mostró abierto al acuerdo.
Convencidos del diálogo están los laboristas del ministro de Defensa, Ehud Barak, que han amenazado con marcharse de la coalición si fracasan las negociaciones. En el Likud también hay voces como la del ministro de Inteligencia, Dan Meridor, que aceptan la propuesta norteamericana. «Bibi» Netanyahu debe ahora agudizar sus habilidades de equilibrista para seguir con el proceso de paz sin caerse del alambre.

Retirada israelí de una aldea sirio-libanesa-El Gobierno israelí ha aprobado un plan para la retirada de las tropas hebreas de parte de la localidad de Ghayar, en el sur libanés.-Israel ocupó Ghayar, en el Golán, en la guerra de 1967. La ONU delimitó la zona, partiendo la aldea en dos: norte libanés; sur israelí.-Los habitantes de la aldea, sirios, protestaron ayer: no quieren ser gobernados por Hizbulá.