Feria de Málaga
Poco contenido artístico en la vuelta de las novilladas a La Maestranza
Volvieron las novilladas picadas a La Maestranza y la de ayer dejó muy poco para recordar. Andrés González pasó desapercibido con dos novillos que apenas se prestaron al lucimiento. El primero, manso y el cuarto, que tuvo buen son, se partió un pitón en el tercio de banderillas. Sólo quedó el brindis a Salvador Cortés.
Salvador Barberán dejó una faena intrascendente y sin emoción ante su primero, un animal que se dejó hacer, aunque con matices. Mejor juego ofreció el quinto, con el que estuvo más a gusto y se lució en los pases de pecho y en los de adorno.
Alejandro Henríquez estuvo muy dispuesto con dos utreros de distintas condiciones y poco juego, el primero sacó sosería, por falta de raza y el sexto fue más brusco y se dejó menos. En ambos, estuvo asentado aunque su labor no pudo remontar el vuelo deseado.
En Sevilla, se lidiaron utreros de Conde de la Maza, bien presentados y de juego desigual. Andrés González, silencio y silencio; Salvador Barberán, silencio y saludos; y Alejandro Henríquez, silencio y saludos. Un cuarto de plaza.
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