Lo ilegal está prohibido por Carmen Gurruchaga

Los del 15-M quieren conmemorar el aniversario del nacimiento de este movimiento de protesta celebrando en las calles y plazas próximas a la Puerta del Sol asambleas para debatir asuntos como la inmigración, la vivienda, el feminismo… o protestando por los recortes en Sanidad, Educación, la privatización del Canal de Isabel II y contra todo aquello que se mueva. Según han anunciado algunos de sus portavoces piensan pasarse por el Arco del Triunfo (Henry Miller dixit), la ilegalidad que cometerían si, finalmente, ocupan sin permiso un espacio público. «Si nos echan de una plaza, nos iremos a otra», decía en una TV un «yayoflauta» el pasado jueves. Y si las Fuerzas de Seguridad del Estado actúan contra quienes cometen actos delictivos, inmediatamente serán tildadas de animales fascistas que sirven al poder y no al pueblo indignado. En primer lugar, nadie les ha autorizado para patrimonializar el término pueblo, porque no lo representan. Afortunadamente hay muchísimo pueblo (un 80%) afectado por las medidas del Gobierno, que no está integrado en ese movimiento antisistema, porque entienden los recortes como lo demuestra la última encuesta del CIS. Además, cualquier ciudadano que desobedezca las órdenes de un policía es obligado a obedecer aunque para ello tenga que utilizar la fuerza. No sé por qué estas personas esperan un trato diferente al que recibiría el resto de la gente. Y, finalmente, quien desee ocupar un espacio público ha de solicitar permiso para hacerlo y pagar la tasa municipal correspondiente como hacen los de los puestos de los mercadillos o las terrazas de los bares, cafeterías y restaurantes. Por lo demás, nadie les va a prohibir llevar a cabo todas las restantes acciones de protestas que no interfieran la normal circulación de personas o vehículos, que no impidan trabajar con normalidad a los comercios y que no ensucien o destruyan mobiliario urbano.