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Europa sufre el virus griego

La Razón
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El virus del caos de gobierno en Grecia infectó ayer de incertidumbre a los mercados, que cerraron con fuertes pérdidas sin conocer qué futuro espera al país heleno, y entre mensajes contradictorios sobre su permanencia en la zona euro. La tormenta financiera descargó especialmente sobre España en un momento muy delicado, recién aprobada la reforma financiera, pero el Tesoro pudo sin embargo colocar su prevista emisión de deuda, aunque a un interés superior. La ola de incertidumbre elevó nuestra prima de riesgo hasta los 490 puntos sin que los mensajes traquilizadores sobre España y sobre el acierto de las reformas emprendidas por el Gobierno de Rajoy, que hicieron varios socios de la UE, surtieran mucho efecto.

La reunión, anoche, del Eurogrupo ha sido una oportunidad para que España explique a sus socios la reforma financiera y los motivos de la intervención de Bankia, pero también para recordar que ha llegado el momento de la cooperación. El Gobierno de Rajoy, en menos de seis meses, ha hecho frente a la peor situación económica posible y ha realizado un tremendo esfuerzo para ajustar nuestro déficit, sin recibir a cambio las ayudas de las que han dispuesto los países rescatados. El ministro Luis de Guindos recordó a sus colegas reunidos en Bruselas que, una vez hechos los deberes y asumido el pacto fiscal, si se quiere estabilizar la situación económica y recuperar el crecimiento es el momento de aplicar los mecanismos de solidaridad europea. Y cabría esperar de la oposición, y en especial del PSOE de Rubalcaba como responsable de la situación, un decidido apoyo al Gobierno ante los mercados en lugar de poner palos en la rueda de la recuperación y de agitar la calle en una protesta «a la griega».

Nadie quiere pronunciarse con claridad ante una posible salida de Grecia de la moneda única, y desde la Comisión se defiende la necesidad de mantener la unidad, pero todo parece indicar que se preparan ya estrategias alternativas . Las últimas citas electorales en Europa indican que debe ponerse cuanto antes en marcha la llamada agenda del crecimiento. La crisis griega afectó ayer a España con especial dureza, pero se trata de una causa externa que no pone en duda el acierto de las reformas aplicadas por el Ejecutivo. El presidente de Telefónica, y del Consejo Empresarial para la Competitividad, César Alierta, afirmó ayer que España es un país solvente y que la situación de su economía, como demostrará un informe que el Consejo publicará en breve, es mucho mejor que la prevista por algunos foros y organismos y que las reformas van a sentar las bases de la recuperación mucho antes de lo esperado.