Todos vigilan a Contador

«Creo que voy a estar en muy buenas condiciones cuando llegue la montaña. El minuto y medio que llevo de desventaja siempre es difícil de recuperar, pero hay una contrarreloj final e igual no necesito recuperar todo el tiempo», afirma en la jornada de descanso. «Espero responder sin problemas cuando llegue el primer gran test, pero el físico siempre te preocupa», asegura. Ahora, además, empieza a acordarse de los esfuerzos que necesitó para ganar el Giro. «Me falta la frescura que tendría si no lo hubiera corrido».
Alberto entra en la segunda semana con minuto y medio de desventaja con respecto a Andy Schleck y 1:41 con Cadel Evans. Demasiado tiempo provocado por la caída que le dejó cortado el primer día y que ha cambiado la forma de comportarse del pelotón. Antes de comenzar la carrera eran los rivales los que buscaban el terreno propicio para distanciar al español. Ahora es al revés, es Contador el que se ve obligado a recuperar. Y los demás le vigilan.
«Contador tendrá que dinamitar la carrera», asegura Igor González de Galdeano. «En Luz Ardiden saldrá la primera lista de favoritos, y en ella creo que van a estar en los primeros puestos Alberto Contador, Andy Schleck y Cadel Evans. Samuel [Sánchez] ahora está por detrás, pero hay que recordar que no ha venido para perder», asegura el mánager del Euskaltel.
Todos miran a Contador, pero Alberto no se asusta. «Todos los años el Tour es difícil, lo he afrontado de formas diferentes. La presión a la que te somete esta carrera no la tienen las otras. El secreto es controlar la presión y convertirla en motivación y ganas de conseguir el objetivo», reconoce. Y él tiene muchas ganas de lograr su cuarto Tour porque es una prueba más de que corre «limpio», sin ayudas externas ahora que hace casi un año de su positivo por clembuterol.
La carrera dirá el jueves, en la subida a Luz Ardiden, cuáles son las posibilidades de Contador y las de sus rivales.

El ruso Kolobnev, positivo
Un diurético detectado el día 6 de julio en un control ha convertido a Aleksandr Kolobnev en el primer positivo del Tour. Es un «producto específico», como lo define la UCI, un enmascarador cuyo uso no tiene castigo por sí mismo en caso de que se pueda razonar su procedencia «legal». Por eso la UCI no lo ha sancionado, a la espera del contraanálisis. Cede la responsabilidad a su equipo, el Kathusa: «Estamos seguros de que su equipo dará los pasos necesarios para que el Tour continúe con serenidad y que el corredor pueda preparar su defensa», dice el comunicado. Una invitación a la retirada.