Cataluña

Madrugada de violencia callejera

Barcelona - Altercados y cargas policiales en la marcha alternativa n El Gobierno lamenta la falta de apoyo de los Mossos

Madrugada de violencia callejera
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BARCELONA- La manifestación alternativa convocada por los sindicatos CGT y CNT y algunas asociaciones vecinales acabó con disturbios, cargas policiales y gente corriendo por el centro de Barcelona. Ni siquiera el amplio despliegue de los Mossos d'Esquadra pudo evitar que, tras la manifestación, los radicales prendieran fuego a un cajero y a dos furgones de la Policía.

A las seis de la tarde estaban convocadas tanto la manifestación de los sindicatos mayoritarios como la alternativa. El lugar escogido por los dos grupos de manifestantes fueron ambos extremos del Paseo de Gracia. En mitad del popular paseo un cordón policial para separarlos. La afluencia de gente, sin embargo, superaba las expectativas policiales y las dos manifestaciones, poco después de las seis, ya se tocaban.

La concentración alternativa comenzó a desfilar por una calle paralela, Bruc, y los Mossos reaccionaron situándose en todas las confluencias de esta calle. Así que los 8.000 integrantes de esta manifestación caminaron sin más problemas hasta Vía Laietana, donde se ubica la sede de la patronal Fomento del Trabajo, objetivo de la manifestación. En ese punto, un grupo de encapuchados intentó romper el cordón policial a pedradas, mientras un segundo grupo intentaba prenderle fuego a dos furgones aparcados frente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Cataluña. La Delegada del Gobierno, Llanos de Luna, lamentó que los Mossos no acudieran a la llamada de apoyo de la Policía Nacional.

El departamento de Interior de la Generalitat informó después de que la Delegación del Gobierno en Cataluña no pidió el apoyo de los Mossos. Fuentes de Interior consultadas por Efe lamentaron lo que considera «contradicciones» de la Delegación del Gobierno puesto que, según su versión, sólo se pidió la ayuda de los Mossos una vez que ya se estaban produciendo incidentes tras la manifestación por la huelga, y no se hizo de forma preventiva.

Momentos más tarde, sin embargo, los furgones de los Mossos aparecieron a ambos lados de Vía Laietana rodeando a los manifestantes. La carga policial no se hizo esperar, las pelotas de goma volaron e incluso un furgón atropelló a un antidisturbio rompiéndole la tibia. En su huida, mientras eran dispersados, los manifestantes prendieron fuego a un cajero automático, a las bolsas de basura que había en la calle –el Ayuntamiento retiró los contenedores la noche anterior– y apedrearon las puertas del Palau de la Música.

Por la mañana en Tarragona, el departamento de Interior tendrá que lidiar con las imágenes de unos agentes antidisturbios golpeando a dos menores a la salida de un centro comercial. Los padres presentarán una denuncia ante la Fiscalía.
 La jornada de huelga general y manifestaciones en Cataluña concluyó con un total de 22 detenidos, 21 imputados y 29 heridos en varias actuaciones policiales, según informaron a Ep fuentes de la Policía catalana y del Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

Del total de las detenciones, 19 tuvieron lugar en Barcelona –13 por parte de los Mossos y 6 de la Guardia Urbana–, mientras que las tres restantes fueron en Cornell de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y Tarragona.

De los 29 heridos, 12 son agentes de los Mossos –uno está grave; dos son menos graves y hay nueve leves–, mientras que 17 son manifestantes –con dos graves, dos menos graves y 13 leves–. Algunos de los heridos más importantes de la jornada son un agente de los Mossos en Barcelona con heridas en la pierna; cuatro policías de este cuerpo en Gerona, y un menor herido por la porra de los Mossos d'Esquadra en Tarragona.

Por su parte, los Bomberos de Barcelona realizaron un total de 48 servicios por fuegos en contenedores y neumáticos.

 

La politización en Cataluña
Nunca una huelga general había coincidido con una campaña electoral en Cataluña y, por tanto, nunca se vio tan clara como ayer la intencionalidad política del parón. PSC, ERC e ICV habían anunciado con cierto cinismo que interrumpían sus actos cuando, en realidad, tenían pensando asistir a la concentración de los sindicatos para descargar toda su munición contra los partidos de gobierno (PP en España y CiU en Cataluña). El PP, por «responsabilidad», no se sumó a la huelga. Alicia Sánchez-Camacho fue la única candidata que no suspendió los actos de campaña porque la huelga «no va a solucionar nada», mientras que Artur Mas se atrincheró en su sede.