La UE tutelará desde abril el Presupuesto de los Estados

La gobernanza económica que pretenden reconstruir los Veintisiete tras la crisis del euro ya empieza a tener algunos frutos. Los ministros de Finanzas de la UE aprobaron ayer el reforzamiento de la supervisión de las cuentas nacionales a través de la creación del semestre europeo. De esta manera, el resto de Estados miembros de la Unión, además de la Comisión Europea, darán su opinión sobre el borrador de los presupuestos nacionales, para detectar cualquier inconsistencia o desequilibrio que pueda aflorar.

Este semestre europeo fue una de las primeras propuestas que lanzó el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, la primavera pasada para mejorar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad. Y ha sido el primer proyecto que ha salido del grupo de trabajo que dirige el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para apuntalar la gobernanza económica, que busca mejorar la coordinación económica o, desde la perspectiva alemana, evitar los desequilibrios fiscales de los países del Mediterráneo.

De esta manera, se persigue que el resto de socios puedan alertar a los países que vayan a desbordar los límites para el déficit (3% del PIB) y la deuda (60% del PIB) que marca el pacto de Estabilidad.

Los aspectos que cubrirá la revisión comunitaria serán la disciplina fiscal, la estabilidad macroeconómica y las políticas para impulsar el crecimiento en línea con la estrategia Europa 2020.

El primer posicionamiento en contra de algunos países, como el Reino Unido, que alertaron del intrusismo de Bruselas en la preparación de unos presupuestos nacionales que deberían ser competencia exclusiva de los parlamentos nacionales, llevó a reducir esta supervisión comunitaria a la aprobación de las grandes líneas presupuestarias, más que entrar al análisis de cada una de las partidas. A partir del próximo marzo de 2011, España y el resto de Estados miembros empezarán el planteamiento de los presupuestos, para el que contarán con un informe de la Comisión Europea y de los líderes de los Veintisiete, en el que se identificarán los principales retos económicos y aportará una visión estratégica en determinadas políticas.
En abril, los países presentarán un primer borrador presupuestario, así como planearán las reformas que vean necesarias en campos como el empleo o la inclusión social.

Durante el verano, el resto de Estados miembros valorarán esos borradores devolviéndolos con sus consejos y anotaciones a las capitales a finales de julio, para ultimar el proyecto antes de que concluya el año. La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, anuló cualquier sospecha de que este semestre europeo vaya a mermar la soberanía de los parlamentos nacionales. «Nos ayudará a definir las prioridades antes» con «más tiempo para explicarlas», valoró.

Por su parte, el comisario Rehn consideró que se trata de una «mejora mayor» de la arquitectura económica europea.