Literatura

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Lanzmann: «Aún sobrecoge la eficacia de aniquilamiento de los nazis»

Claude Lanzmann, autor del documental «Shoah», publica sus memorias, «La liebre de Patagonia»

El director y escritor, ayer, en Madrid, donde presentó sus memorias
El director y escritor, ayer, en Madrid, donde presentó sus memoriaslarazon

Quizá, después de todo, no resulte tan importante la muerte. O que la muerte, con su proximidad, nos obligue a abrir los ojos, mirar alrededor y valorar mejor lo que los romanos denominaban la fugacidad del tiempo. A pesar de la presencia de la muerte que impregna las páginas de sus memorias, «La liebre de Patagonia» (Seix Barral), Claude Lanzmann, director del documental «Shoah», un estremecedor relato sobre la barbarie del Holocausto con un metraje de nueve horas, lo repite sin cansarse: «Es un grito de amor por la vida». Rechaza que encasillen a su libro en el llamado género memorialístico. En el cajón de las biografías. Prefiere que los lectores se acerquen a él como una narración repleta de sensualidad, amores y aventuras. No en vano, Lanzmann combatió en la resistencia francesa en Clermont-Ferrand, con los maquis en Auvergne, y dirigió la revista «Les temps modernes», fundada por Jean-Paul Sartre y su mujer, Simone de Beauvoir, de la que fue amante.


Defensor de los toros
«Pasé mucho tiempo con el matrimonio Sartre en la década de 1950. Aprendí mucho de ellos. No era gente solemne, pero era amable, con la que se podía hablar sobre todos los temas, incluso de nuestra vida privada. Sartre era muy inteligente y muy generoso. En las reuniones de "Les temps modernes"existía un calor comunicativo intenso, se salía de ellas con una gran sensación de plenitud. Pero a ellos les debo, sobre todo, que me enseñaran a pensar». Después, añadió: «Gracias a ella descubrí España, su cielo, sus desiertos, en un momento en el que no era políticamente correcto viajar a este país, porque existía una contradicción entre ser de izquierdas y visitar una dictadura como el franquismo». Lanzmann hizo referencia a las corridas de toros, que admira y que también comenzó a apreciar en esta época: «No entiendo la postura de las autoridades catalanas de ponerle dificultades a los toros en esa región. Es una vergüenza». Era inevitable que sugiera el Holocausto. Y lanzmann se refirió a él y a lo que considera una de sus peores facetas: «Nos sobrecoge la eficacia de aniquilamiento industrial de los alemanes. Yo puedo hacer una cámara de gas en casa cerrando la ventana y abriendo la llave del gas. Lo difícil era llevar a esa gente en tren. Era una mezcla de violencia y falacia. Los judíos no entendían nada. Los alemanes fueron unos maestros en mentir».



«La liebre de Patagonia»
Claude Lanzmann
 Seix Barral
523 páginas. 24 euros