Bruselas

Una ayuda sin condiciones

El Gobierno prevé que el apoyo europeo no incluirá nuevas condiciones para España más allá del cumplimiento del déficit

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría presidió ayer la comisión nacional de secretarios de Estado y subsecretarios
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría presidió ayer la comisión nacional de secretarios de Estado y subsecretarioslarazon

MADRID-El Gobierno sostiene que la nueva fórmula de apoyo a la deuda soberana en la que ha estado trabajando intensamente la UE durante estos últimos días no incluirá condicionalidad macroeconómica. «La regla sagrada es el déficit, y eso es lo que nos siguen exigiendo, que cumplamos nuestros compromisos», explican en el Ejecutivo cuando se les pregunta por la anunciada intervención del Banco Central Europeo (BCE) y por las gestiones diplomáticas de estos días.

Tanto en el ámbito político como en los mercados se espera que hoy haya novedades sobre las medidas del BCE para relajar la presión sobre la deuda soberana española e italiana. La diplomacia ha trabajado a marchas forzadas para cerrar un acuerdo que unificase los intereses de Alemania y sus países satélite con los de las naciones periféricas. Ayer, Berlín enfrió las expectativas, tras haberlas alimentado en días anteriores, aunque la prima de riesgo española siguió cayendo a la espera de Mario Draghi. En Moncloa advertían anoche de que no había que esperar decisiones de «gran alcance» y que España e Italia tienen que seguir haciendo sus deberes. «Pero aunque sólo dé tiempo, ya será bastante».

 El Gobierno español también ha redoblado sus contactos en las últimas dos semanas para conseguir el acuerdo más favorable para sus intereses, que comparte con Roma, por lo que su aliado directo está siendo su primer ministro, Mario Monti, que hoy se reunirá con Mariano Rajoy en La Moncloa.

 A falta de que se desvele el misterio de Draghi, de lo negociado se espera que la intervención que prepara el BCE tendrá un refuerzo político, es decir, el órgano regulador no volverá a actuar solo, sino con unas garantías añadidas a las que hasta ahora han rodeado sus intervenciones en el mercado secundario. Pero el Gobierno jura y perjura que esas «garantías» no incluirán exigencias macroeconómicas más allá del mandato al que ya está sometida España, el de «hacer las reformas y los ajustes necesarios» para cumplir con el objetivo de déficit marcado por Bruselas.

El modelo del «rescate a la griega» está totalmente descartado en Moncloa. Dicen que Angela Merkel es la primera convencida de que por esa vía no se puede seguir avanzando. Los resultados son discutibles, pero además su Gobierno no quiere volver a pasar por el trago de llevar nuevos «rescates» a su Parlamento. Según fuentes del Gobierno español, Berlín ni quiere nuevos «rescates» ni exige ajustes añadidos a los ya realizados.

En unas horas trascendentales para el futuro europeo y para la financiación de España, el Gabinete de Rajoy mantiene que descarta aplicar nuevas medidas dolorosas como las que se han puesto en marcha en otros países intervenidos y que aquí no habrá ni despidos masivos de funcionarios ni más recortes en otoño. En el ámbito de la Administración central, ya que el Gobierno afirma que el Estado ha hecho básicamente todo lo que tenía que hacer para llegar este año al objetivo de déficit del 6,3%, y del 4,5% el que viene. Hasta llegar a un 2,8 por ciento en 2014. Pero no así las comunidades autónomas.
 

 

El FMI apoya a España y no le pide más reformas
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde –en la imagen–, alabó ayer los esfuerzos llevados a cabo por España para recortar su déficit y las reformas puestas en marcha para hacer la economía española más competitiva, y aseguró que no se pediría al país mucho más de lo que ya está haciendo en caso de que solicitara un rescate con la participación de la institución. «Lo que España ha hecho ya y lo que se ha comprometido a hacer no es mucho más de lo que le habríamos pedido si estuviera bajo un programa del FMI», aseguró Lagarde en un encuentro con varios medios de comunicación, en el que destacó que la mejora mayor de la esperada de las exportaciones españolas es alentadora. La directora gerente añadió, sin embargo, que España sí podría hacer más para hacer frente a la debilidad de su sector bancario, que en estos momentos está siendo sometido a un proceso de auditoría. En esta línea, Lagarde incidió en que los esfuerzos que está llevando a cabo España se están viendo socavados por la incertidumbre entre los inversores sobre el futuro de la eurozona. «Hay factores en marcha para mejorar la economía española, pero también existen elementos externos que nublan el horizonte de España, como la incertidumbre en la zona euro en general», agregó.