Barcelona

El Museo Picasso recrea la primera exposición dedicada al artista en 1936

Dónde: Museo Picasso. Montcada, 15-23. Cuándo: Hasta el 19 de febrero. Cuánto: 2 euros. 

Una visitante de la muestra contempla las fotografías de las piezas que se expusieron en 1936
Una visitante de la muestra contempla las fotografías de las piezas que se expusieron en 1936larazon

Barcelona- Hasta 1936, con la excepción de sus primeros tanteos en «Els 4 Gats», Picasso no expuso su obra en España. La asociación de Amics de l'Art Nou (Adlan) fue la responsable de acabar con ese tabú y, pocos meses antes de la guerra, logró que 25 obras del genio malagueño fueran exhibidas en Barcelona, Madrid y Bilbao. Detrás de la iniciativa se encontraban nombres como los de Sabartés, Foix, Éluard, Miró o Dalí.

Ese es el tema de la nueva exposición del Museo Picasso de Barcelona, la primera que surge del nuevo Centro de Conocimiento e Investigación. La muestra, comisariada por Sílvia Domènech, recupera numerosa documentación inédita sobre aquel episodio, adquida en los últimos años por el museo. Destacan muy especialmente materiales procedentes de la Sala Esteva, donde se expusieron las piezas picassianas entre el 13 de enero y el 30 de ese mes de 1936. Allí han aparecido varias fotografías originales, catálogos, invitaciones y una serie de grabaciones sonoras con las voces del secretario de Picasso, Jaume Sabartés, los artistas Juli González o Salvador Dalí.

El montaje que pueden verse en el museo permite al visitante interactuar con los materiales que han llegado hasta la actualidad. De esta manera, se puede consultar en una gran pantalla los documentos originales de la época, resultando interesante los epistolarios de los miembros de Adlan y sus negociaciones para poder traer la obra de Picasso a España. Igualmente, resulta curiosa la reacción de la Prensa de 1936, creándose dos bandos. Por un lado, están los que, como Ramón Gómez de la Serna, J. V. Foix o Guillermo de Torre, aplauden la llegada de las pinturas y dibujos. Son quienes recuerdan las raíces ibéricas del pintor y sus años de aprendizaje en la Barcelona de finales del siglo XIX. Pero otras publicaciones se mofan de la pintura picassiana, por lo que abundan las reseñas de corte humorístico y descaradamente críticas con el cubismo.

Quien visite la exposición podrá escuchar a Sabartés 75 años después proclamando, en la inauguración de aquella muestra, que Picasso «lo que nos dice ahora con palabras es la perfecta expresión armónica de su espíritu con su mundo exterior. Es pintura o escultura en lo que no se puede pintar ni modelar. Es todo y parte. No es literatura, es arte. Es, él mismo».
En otro ámbito, se pueden seguir las negociaciones para que Éluard visitara Barcelona en calidad de «embajador» del autor de «Las señoritas de Aviñón». También se puede saber el origen de las piezas que recorrieron Barcelona, Madrid y Bilbao, descubiendo que Picasso o Tristan Tzara cedieron cuadros de sus colecciones.

 

Un reto llamado Mnac
El todavía director del Museo Picasso, Pepe Serra, habló ayer de su futuro como responsable del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac), afirmando que «es un reto increíblemente estimulante, del que espero estar a la altura. Sobre el Picasso, me satisface mucho el trabajo que se ha hecho. No es fácil marchar de este museo porque el equipo que dejo es el mejor».