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Alejandro C Q vigilado desde el día del triple crimen

La Razón
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Barcelona- Desde que se produjera el brutal crimen, el pasado 27 de enero, en el que se dio muerte a un matrimonio octogenario y a su nieta adolescente de tan sólo 16 años, los Mossos d'Esquadra han centrado sus esfuerzos en investigar el entorno de los víctimas. Todos los indicios apuntaron desde un principio a que alguien que conocía a los asesinados fue el responsable de acabar con sus vidas. Más aún, todo indicaba a que las víctimas también lo conocían. Tras un mes de investigación, el primer resultado con envergadura se tradujo en la detención anteayer de Alejando C. Q.

El detenido, que ayer aún no había pasado a disposición judicial, era ya conocido por la Policía. Mantuvo una relación sentimental con una de las hijas del matrimonio asesinado, precisamente la que halló los cadáveres de sus padres en el domicilio que éstos compartía con su nieta, también muerta a golpes, y que dio el aviso a los Mossos d'Esquadra.
Alejandro, también alertado por su ya ex pareja, se presentó el piso, donde supuestamente horas antes agredió hasta matarlos a sus ex consuegros y ex sobrina. El detenido prestó declaración ante la Policía Autonómica entonces y se decidió vigilarlo hasta que diera un paso en falso. Acudió al funeral de los tres fallecido e, incluso, se mostró afectado y apenado por lo ocurrido. También había sido visto y reconocido –su estilo a lo cowboy no pasó desapercibido– por vecinos de los asesinados en los alrededores de la calle Sardenya poco antes del crimen.

El amor no correspondido por parte de la hija del matrimonio fallecido pudo ser la causa por la que Alejandro actuara, presuntamente, con tal brutalidad. Buscó, tal vez, que el dolor de su ex pareja ante la pérdida de sus padres y sobrina los reuniera.