África

Mogadiscio

Un niño somalí gana un fusil Kalasnikov en un concurso de radio

Muchos niños reciben como regalo de cumpleaños una pistola de plástico. Y si ganan en un concurso lo normal es que se les premie con juguetes. En Somalia las cosas suceden de una manera radicalmente distinta.

Un grupo de adolescentes pertenecientes a las milicias de Al-Shabab portan armas cerca Mogadiscio
Un grupo de adolescentes pertenecientes a las milicias de Al-Shabab portan armas cerca Mogadisciolarazon

Un niño somalí ganó un rifle Ak-47, conocido popularmente como Kalasnikov, en un concurso de radio organizado por al- Shabab, el grupo insurgente islamista más influyente de Somalia, durante el Ramadán, la fiesta religiosa musulmana.

Para llevarse semejante premio, los concursantes -niños de las zonas controladas por los islamistas-, tenían que ser los mejores recitando el Corán y demostrando grandes conocimientos de Al-Shabab. Una de las preguntas formuladas por los organizadores de tan peculiar competición era adivinar en qué guerra murió Sheik Timajilic, un combatiente islamista.

Los dos mejores participantes del concurso -realizado entre niños de 10 a 17 años- se llevaron sendos rifles de asalto AK-47, algo de dinero y libros islámicos. El tercero no se fue con las manos vacías. ¿Su premio? Dos granadas de mano. La ceremonia de entrega se celebró en la emisora Andalus, en Elasha Biyaha, una pequeña ciudad cerca de Mogadiscio, la capitaldel país.

Según informa el "New York Times", un líder islamista moderado, Sheik Muktar Robow Abu Monsur, afirmó que los niños somalíes "deberían usar una mano para la educación y la otra para sostener un rifle con el que defender el islam". Somalia es uno de los países con uno de los índices más bajos de escolarización del mundo, donde los niños son reclutados con muy corta edad para combatir en el frente.

Al-Shaba impide a las organizaciones humanitarias realizar su trabajo. No les dejan entregar alimentos a pesar de que el país vive una de las peores hambrunas de los últimos años. También han prohibido el fútbol, el baile y programar música en emisoras de radio. Algunas emisoras han sustituido las cortinas musicales por disparos, pitados de coche y gruñidos de animales.