Plácido Domingo: de homenaje en homenaje por Jesús Mariñas

Otra vuelta de tuerca, nuevo malabarismo del tenor que empezó como barítino y está volviendo a esos orígenes cuando debutó en la compañía de zarzuela de sus padres. Impactó la música de Gluck, que contrasta con una escenografía sombría que peca de España negra, nada que ver con el rico divertimento escénico que Visconti ideó para Callas en 1957.

En el estreno deslumbró Eugenia Silva, que acudió acompañada por sus padres. Está magnífica ahora que acaba de sobrepasar la barrera de los 35 años. Su madre, María Antonia, es hermana de Antonio Hernández Mancha, aquel presidente aliancista que quedó para la prehistoria política como delfín de Fraga. Lo evocaban mientras los duques de Alburquerque, Johannes Osorio y Blanca Suelves, revalidaban estilo. Fue una noche de melómanos en la que el director del teatro salió a justificar «la gripe de Plácido». Es fruto del tiempo, pero apenas mermó sus prodigiosas facultades, claridad sonora y presencia escénica en un deambular absurdo y poco espectacular de pared a pares.

Tanta modernidad escandalizó a Ruiz-Gallardón. Parece rejuvenecido, después de que su esposa Mar haya superado un cáncer. Luchó con él todo un año y se la vio sin recursos de peluquería. Irradiaba algo más que esperanza. «Es que tengo coraje», comentó a quienes la felicitaron por dejar atrás la pesadilla y demostrarlo concurriendo sin tapar lo que queda de ella. En dos meses volverá a recuperar su melena. El terciopelo morado que vestía era reflejo de la alegría que compartían cuantos la conocen, quieren y admiran. No es para menos. Gallardón parecía otro.

Mientras, Plácido se muestra imparable entre tanto homenaje. Las hermanas Cobo, que forman parte de sus grandes incondicionales que lo siguen por todo el mundo como antes hicieron con Caballé, montan un festín en su palacio sevillano recién restaurado. Pero el 21 es el día clave, el que conmemora el nacimiento. Y anuncian festival con figuras como DoloraZajick, Matti Salminen, un Juan Pons resuperado por Carlos Álvarez –dos barítonos para la historia–, René Pepe, el superlírico José Bros y una Angela Gheorgiu caída de cartel a última hora en una de sus ya habituales cancelaciones. Luis Cobos y sus «Amigos de la Música» también celebraron a Plácido el viernes en un evento que reunió a churras y merinas.