El Cairo

La Liga Árabe reclama a la ONU una fuerza de paz conjunta para Siria

La Liga Árabe reclama a la ONU una fuerza de paz conjunta para Siria
La Liga Árabe reclama a la ONU una fuerza de paz conjunta para Sirialarazon

EL CAIRO- La Liga Árabe decidió ayer aumentar más aún la presión diplomática sobre el régimen sirio, pero pidió ayuda a la ONU para intentar detener la violencia en el país después de haberse visto totalmente incapaz de trabajar sobre el terreno. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países árabes aprobaron ayer una resolución en la que proponen la creación de una misión de paz conjunta con la ONU para tanto imponer un alto el fuego en Siria entre los rebeldes y el Ejército del presidente Bachar al Asad como para detener los ataques por parte de éste contra la población civil.

La Liga Árabe decidió asimismo poner fin a su misión de observadores, que buscaba poner en práctica un plan de paz diseñado por el organismo y supuestamente aceptado por el régimen. La misión pudo acceder a Siria entre diciembre y enero, pero esto no sirvió ni siquiera para disuadir al régimen, que prosiguió con su represión brutal contra los civiles, una campaña que se recrudeció durante la estancia de los observadores en Siria.

Algunos de ellos permanecían la semana pasada en Damasco, desempleados y confinados en su hotel de lujo a la espera de órdenes desde El Cairo. Sin contar con el apoyo ni el respeto de ninguna de las dos partes en conflicto y sin haber podido casi ni salir a la calle para evaluar la situación, la Liga ha admitido finalmente la inutilidad de la misión.

Los países árabes se centran ahora en aumentar la presión diplomática, aunque ésta no ha funcionado hasta el momento con el régimen de Damasco, que se muestra inmune a las amenazas de los vecinos, sabiendo que cuenta con el respaldo aún de algunos aliados árabes, así como el importantísimo e incondicional apoyo de Irán y Rusia. La Liga cortó ayer todas las relaciones diplomáticas con Damasco, decisión que podría resultar incluso contraproducente a la hora de intentar llegar a alguna solución negociada.

Los países del Golfo Pérsico han sido los más duros de entre los 22 miembros de la Liga Árabe, y ya la semana pasada anunciaron la retirada de sus embajadores en Damasco y la expulsión de los embajadores sirios de sus capitales, medida que todavía no ha sido adoptada por el resto de la Liga. Todos han coincidido en abrir los canales de comunicación con la oposición siria, cuyo principal órgano de representación en el exterior es el Consejo Nacional Sirio, que aún no será reconocido como único representante legítimo del pueblo sirio por parte de la Liga Árabe, aunque las monarquías del Golfo lo podrían hacer pronto.

El organismo aceptó ayer la propuesta de Arabia Saudí de ofrecer «todas las formas de soporte político y material» a la oposición siria, aunque los países árabes han descartado una intervención militar. El lenguaje ambiguo de la resolución aprobada ayer podría abrir las puertas al envío de armas o dinero, con el respaldo oficial de la Liga Árabe, aunque se cree que algunos países del Golfo ya lo estarían haciendo de forma secreta. Además, la Liga mantendrá las sanciones económicas sobre Siria, aunque sus vecinos Líbano e Irak no están cumpliéndolas.

Ayer en El Cairo también se estableció que el «grupo de amigos de Siria» –creado a imagen y semejanza del que existió para Libia, con el respaldo de Occidente– se reunirá por primera vez en Túnez el 24 de febrero. El ministro de Asuntos Exteriores tunecino dijo que «el pueblo sirio se merece la misma libertad que sus hermanos en Túnez, Egipto, Libia y otros países árabes que han experimentado grandes cambios políticos». Pero la lucha por la libertad y la democracia en Siria está siendo especialmente costosa y larga, con unos 6.000 muertos durante once meses de revuelta.

 

Al Qaeda bendice la lucha
El líder de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri, ha dado su apoyo oficial a la lucha contra el régimen de Bachar al Asad en un vídeo colgado en internet, en el que pide a los musulmanes que ayuden a los hermanos sirios «como puedan». La organización da su bendición a los rebeldes sirios, pero les insta a contar sólo con la ayuda de Dios y no con la de los países occidentales ni árabes.