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El Gobierno ultima con Berlín y el BCE la ayuda a España

El italiano Monti también participa en el proceso de negociación: el mecanismo que Mario Draghi presentará el jueves se aplicará de manera conjunta a los dos países. EE UU avala el programa de acción coordinada de la UE para proteger la estabilidad financiera de la eurozona y dar oxígeno al Gobierno español e italiano

El Gobierno ultima con Berlín y el BCE la ayuda a España
El Gobierno ultima con Berlín y el BCE la ayuda a Españalarazon

MADRID- El jueves será un día trascendental para el futuro de la eurozona, y para España e Italia, dos de los países con más problemas por la presión de los mercados. Al menos con esa intención están trabajando a toda máquina en los centros de poder europeos. La diplomacia echa fuego. Con la máxima urgencia el Banco Central Europeo (BCE) está negociando con Berlín, París, España e Italia, y en un segundo nivel con los demás socios, los detalles de un nuevo mecanismo para sostener las deudas soberanas de los países que atraviesan una situación más delicada. Madrid y Roma van de la mano para conseguir un acuerdo marco al que se sumarían al mismo tiempo.

El modelo de intervención del BCE en los mercados secundarios hasta ahora conocido –como el que se activó en el último verano del Gobierno de Rodríguez Zapatero– no se volverá a repetir tal cual, sino que esa acción irá acompañada de un refuerzo político que evite que los países auxiliados se salten a la torera el estricto cumplimiento de los compromisos asumidos.
Esto no quiere decir que inevitablemente haya nuevas condiciones, pero sí que, en cualquier caso, el Banco Europeo regulador quiere blindar que las que haya, se cumplen. El simple anuncio del titular del BCE, Mario Draghi, de que iba a comprar deuda soberana de los países periféricos en riesgo ha relajado la insostenible presión existente. Pero sólo ha sido una tregua para que los poderes que mandan en la UE decidan qué medios utilizan para salvaguardar su estabilidad financiera. Habrá que ver hasta dónde llega Draghi pasado mañana en la lectura de la letra pequeña de las actuaciones que pone en marcha para «hacer todo lo posible para proteger la eurozona y para aplicar con rapidez las medidas acordadas en junio» con el fin de acelerar la unión fiscal y bancaria. Está en juego el futuro del euro y también su propio futuro después de la rotundidad del compromiso que adquirió, precisamente, en unos días decisivos para Italia porque tenía que hacer frente a difíciles operaciones de colocación de deuda. Draghi, sin duda, se movió cuando vio que el agua le había llegado también al cuello al Gobierno del tecnócrata Mario Monti.

En la mesa de negociación han estado sobre la mesa todas las posibilidades de actuación del BCE ya conocidas y, por supuesto, también su acción conjunta con el fondo de rescate europeo. En la última cumbre europea Monti propuso usar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para intervenir de forma automática en los mercados para comprar deuda pública de España e Italia mientras durase el acoso. Esa intervención no debería incluir la imposición de condiciones de ajustes y reformas concretas a ambos países, como establece el reglamento del fondo. La propuesta fue respaldada por España, Francia, Bélgica y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Pero entonces chocó con la oposición de Alemania, Holanda, Finlandia y Austria.
Dentro de la negociación en marcha para dar una salida a la estabilización de la deuda falta también por conocer cuál será el papel de la Comisión Europea y del propio Eurogrupo. Desde Madrid insisten en que no habrá condiciones extraordinarias a las derivadas del cumplimiento de los objetivos de déficit.

Ayer siguieron las conversaciones entre cancillerías, con la novedad de que por medio se cruzó el secretario de Estado del Tesoro de EE UU, Gimothy Geithner, quien de gira por Europa se entrevistó con el ministro alemán de Finanzas y con Mario Draghi.

Geithner también conversó por teléfono con el ministro de Economía y Finanzas francés, Pierre Moscovici. Y esta gira incluye, además, la reunión con el titular del Banco Central Alemán (Bundesbank), Jens Weidmann. A través de un comunicado el enviado de Barack Obama avaló «los esfuerzos que se están realizando en Europa para garantizar la estabilidad financiera, conseguir una mayor integración económica y promover la recuperación en la eurozona». Asimismo, en una nota conjunta Geithner y el ministro de Finanzas alemán alabaron los «considerables esfuerzos» de España e Italia, así como los avances en Irlanda y Portugal.