Sin miedo a otro Madrid Arena

VALENCIA- La fiesta continúa. Y nunca mejor dicho, porque el miedo a que pueda desencadenarse otra otra tragedia como la ocurrida la noche de Halloween en la macrofiesta del Madrid Arena no ha frenado a más de 7.000 jóvenes que hoy acudirán al Black Lotus Festival, un certamen de música que se celebra en el recinto de Feria Valencia en la capital del Turia. Un festival que invita a los que han comprado entrada a «crepitar, crujir, emerger, quebrar, soñar, disfrutar, bailar, amar, sudar y flipar», dicen como reclamo los organizadores en su web.

Más de dieciséis horas ininterrumpidas de música electrónica, desde las cuatro de la tarde del sábado a las ocho de la mañana del domingo, que han supuesto un verdadero quebradero de cabeza para la Consejería de Gobernación del Gobierno valenciano.

Los técnicos de este departamento han tardado horas en dar el visto bueno a un montaje en el que se han cuidado hasta los últimos detalles en materia de seguridad. Ya lo afirmó el consejero valenciano Serafín Castellano, quien insistió en que se revisaría «con lupa» todo lo relacionado con el macrofestival.

Por todo ello, el organizador del evento, Jesús Abengózar, propietario de Qoqoa, una de las discotecas más reconocibles de Valencia, ya aseguró que los cuarenta trabajadores del personal contratado para controlar los accesos al pabellón cinco de Feria Valencia evitarían la entrada de petardos y bengalas -desencadenantes de la avalancha madrileña- y de armas u otros objetos que pudieran resultar peligrosos. Asimismo, negó que se vaya a permitir el acceso de menores y confirmó que se cumplirían con todas las medidas necesarias para evitar aglomeraciones y situaciones desagradables.

Sin embargo, la incertidumbre de estos últimos días ha conseguido ralentizar la venta de entradas. Hasta la fecha se han vendido 7.000 localidades, 3.500 dobles, a un precio que oscila entre los 25 y los 38 euros. Pero según confirmaron fuentes de la organización, el aforo permite albergar 12.600 personas, por lo que se espera que los jóvenes se animen a asistir en el último momento. Lo harán si no les frena el alto dispositivo de seguridad que Policía Nacional y Policía Local han desplegado para evitar cualquier tipo de incidente. A los controles de alcoholemia que se llevarán a cabo durante toda la noche en los accesos a Feria Valencia se sumarán las inspecciones rutinarias de todos aquellos que quieran acceder a la fiesta.
Además, el Gobierno valenciano ha confirmado que 45 agentes de su Policía Autonómica también se sumarán a las tareas que salvaguardarán que todo se suceda con la máxima normalidad.

No obstante, todos los colectivos implicados han insistido en dejar bien claras las medidas de seguridad. Para tranquilizar a padres y jóvenes, se ha resaltado que el recinto cuenta con diez puertas de evacuación de nueve metros de ancho y con una capacidad para desalojar a 1.800 personas por minuto. Estarán abiertas durante todo el evento y según la organización, estas salidas dan a un anillo de desalojo de 18 metros de ancho al exterior.

Pero lo que más preocupa son los temidos pasillos, escenarios de la tragedia en el Madrid Arena, que se cobró las vidas de Katia, Belén, Rocío y Cristina. Desde la organización insisten en que en Feria Valencia no hay pasillos ni escaleras que puedan convertirse en un verdadero embudo donde se produzca una avalancha.

Pero no son los únicos medios que se han puesto en marcha. Fuera del recinto está prevista la presencia de tres ambulancias, tres médicos y tres trabajadores de personal sanitario para atender cualquier tipo de incidente que pueda producirse.

El Black Lotus Festival congregará a cientos de jóvenes, valencianos y de otras partes de España que bailarán a ritmo de estilos como el electro, dubstep, nu-rave, techno-rock, hip-electro-hop,indietrónica y demás sonidos electrónicos.

Para conseguirlo contará con la actuación de 2ManyDJs, Pendulum, Black Eye Peas DJ, Cyberpunkers, Rusty Warrios, Loo&Placido y The Warriors.

Nunca antes, niguna fiesta de estas características celebrada en la capital del Turia había logrado suscitar tanta expectación. Curiosidad y rechazo a partes iguales han conseguido que llene las páginas de los periódicos y abra los informativos televisivos y radiofónicos. Por ello, decenas de medios de comunicación se han acreditado para poder ser testigos de la «no noticia», es decir, de que no ocurra nada durante la celebración del certamen.

Un presagio nada divertido
Durante los últimos días, la fiesta se ha anunciado bajo el lema «Como si fuera el último día de tu vida». Un presagio nada divertido e irrespetuoso para un acontecimiento cuyo desarrollo tenía más similitudes que diferencias con lo sucedido en la capital de España. Porque la duda planea en sí lo sucedido en el Madrid Arena ha sido la causa por la que en Valencia se han extremado las medidas de seguridad. Si el terrible suceso madrileño no hubiera tenido lugar, nadie sabe si los organizadores de este macroevento, que pretende reunir a la friolera de más de 12.000 espectadores, hubiera cumplido con todos los requisitos de seguridad.

Y aunque los organizadores no han parado de aclarar que este tipo de evento cumple con toda la normativa vigente, la Generalitat valenciana no ha querido «pillarse los dedos» y ha realizado una exhaustiva revisión del montaje. Éste no ha sido el único gran evento en Valencia que ha tenido que ser revisado a conciencia para controlar al milímetro la seguridad. El concierto que el cantante Melendi iba a ofrecer en la localidad alicantina de Benidorm mañana ha tenido que ser reubicado en la pista de atletismo del polideportivo de Foietes ante una posible mayor afluencia de público, ya que la actuación, que se iba a celebrar en el auditorio «Julio Iglesias» del parque de l'Aigüera, es gratuita y está enmarcada en las fiestas patronales.

Tanto el consistorio como los miembros de la Comisión de Fiestas Mayores Patronales, así como la Policía Nacional y Local, optaron por cambiar su localización al recinto deportivo, con capacidad para albergar a unas 12.000 personas.