Conflictos laborales

«Los esquiroles son ventajistas y parásitos sin criterio»

Para muchos trabajadores que hoy no quieren secundar la huelga y acudir normalmente a su puesto de trabajo el problema no se limita a los servicios mínimos en sectores como el transporte y los atascos que dichos paros lleven consigo. El gran temor son los piquetes, que les impidan entrar en sus empresas o, incluso, se traduzcan en agresiones contra sus locales comerciales o contra ellos mismos.

«Los esquiroles son ventajistas y parásitos sin criterio»
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Varios empleados han denunciado las presiones que algunos sindicatos están lanzando contra los «esquiroles», llegando incluso a la amenaza velada. «Os aconsejamos que no pongáis en peligro vuestra integridad física», recomienda CC OO en una carta a los trabajadores del Aeropuerto de Barajas con las instrucciones para los servicios mínimos. En el mismo documento instan a los empleados que vayan a trabajar que estén debidamente identificados como servicios mínimos, ya que «los piquetes sólo dejarán acceder» a los que estén autorizados. UGTRaesa, también de Barajas, directamente calificaba a los «esquiroles» como puramente «ventajistas, insolidarios y parásitos sin criterio».

En el caso de los taxistas, el sector está parcialmente divididos ya que algunas organizaciones como Agetaxi invitaban a los autónomos a seguir la huelga y muchos otros se mostraban preocupados por los bloqueos en los núcleos de transporte. «No creo que se atrevan a meterse con los centenares que esperamos en el aeropuerto o en las estaciones, porque por pocos que queramos trabajar ya seremos más que los piquetes seguro –comentaba José Manuel al volante de su taxi–. Otra cosa es que bloqueen las entradas y las salidas».

Otro de los sectores más preocupados es el de los pequeños y medianos empresarios, el blanco más habitual de los sindicalistas más beligerantes ya que «es más fácil romper un cristal que impedir la entrada a la gente en una oficina», consideraba un comerciante en un foro de internet. Pese a que «el truco de la silicona» –sellar la cerradura para retrasar la apertura de las puertas– también se enumeraba como una de las estrategias de los piquetes, muchos otros internautas calificaban estos bloqueos como «destrozacoches» y «destrozalunas».

De hecho, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) están repartiendo instrucciones sobre cómo deben actuar los comerciantes en caso de tener un piquete en su puerta. En primer lugar recomiendan abrir si no se desea secundar la huelga y después, en caso de agresiones, avisar rápidamente a la Policía.

Por último, y para evitar sucesos graves, aconsejan cerrar el negocio si la situación se pone peligrosa y, a la vez, tomar nota de todos los detalles de los agresores para facilitar la investigación y denunciar para que el seguro cubra la posible rotura de cristales o de cerraduras.


Un consejo: no poner en peligro la integridad física
Una de las muestras de las presiones de los sindicatos en diversos sectores llegó esta semana a los empleados del aeropuerto de Barajas. El comité de empresa envió un correo a todos los empleados avisando de que los servicios mínimos deberán identificarse correctamente hoy para «desarrollar libremente su trabajo». En la misiva advertían que, en la entrada, «estaremos vigilantes» con un listado de los trabajadores autorizados para los servicios mínimos para que «no sufráis represalias». Al mismo tiempo, recordaban que la empresa ha prometido no emprender ninguna acción contra los empleados que quieran «ejercer el derecho de Huelga». Sin embargo no ofrecían las mismas garantías para los que quisiesen ir a trabajar. Es más, les recomendaban «no poner en peligro su integridad física».