Montilla pide al juez imputar al tesorero de Mas en plena campaña electoral

 El «caso Palau» ha explotado en plena campaña. El Consorcio del Palau solicitó ayer al juez instructor del «caso Palau», Juli Solaz, que impute al actual tesorero de Convergència (CDC), Daniel Osàcar, por su presunta vinculación en el cobro de comisiones de subvenciones de Ferrovial que supuestamente se acababan repartiendo el ex presidente de la institución y saqueador confeso, Fèlix Millet, y la formación nacionalista. El Consorcio es el órgano participado por Ministerio de Cultura, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona, y su presidente es el titular de la Generalitat, José Montilla.

Ayer expiraba el plazo para presentar alegaciones después de que la Agencia Tributaria realizara una auditoría –ratificada ante el juez– que asegura que «el grueso de las aportaciones de Ferrovial no constituye la contribución al patrocinio publicitario, sino que tiene otra finalidad, que es satisfacer la contraprestación correspondiente por la adjudicación de obras públicas, siendo utilizado el Palau de la Música para canalizar los correspondientes pagos».

Comisiones del 4 por ciento
Ferrovial pagó al Palau 11 millones, de los que presuntamente se desviaba el 4% por la adjudicación de grandes obras en los últimos gobiernos de Pujol (Línea 9 del metro y Ciudad de la Justicia) a repartir entre Millet (1,5%) y Convergència (2,5%, es decir, 5,8 millones).
La Fiscalía ya solicitó el pasado 2 de noviembre la imputación de Osàcar y separar la causa del expolio del Palau de la presunta financiación de Convergència. Entonces, Artur Mas acusó a este organismo de trabajar al dictado de la Generalitat. Ayer, CDC emitió un comunicado en el que mostraba «una vez más, nuestra más absoluta disposición a colaborar con la Justicia» y acusaba a los socialistas de querer instrumentalizar el caso para «utilizarlo electoralmente. No actuando de igual forma en el caso del Hotel del Palau, que afecta al gobierno socialista y de Iniciativa en el Ayuntamiento de Barcelona». Entre otros, está imputado el ex responsable de Urbanismo, Ramon García-Bragado, aún cuarto teniente de alcalde.

Tras reiterar su «confianza en la inocencia» de Osàcar y Colom, desde Convergència resaltaron el hecho de que el Orfeó Català no se ha sumado a la petición de investigar a los cargos de CDC. Y es que el Orfeó, órgano gestor del Palau en el que no hay representación política, ha centrado sus peticiones al juez en que vuelvan a declarar Millet y su brazo derecho, Jordi Montull, así como la hija de éste, ex directora financiera de la institución, Gemma Montull.
El Orfeó, que actualmente está sometido a un proceso electoral para escoger a su presidente, no es partidario de separar las causas del escándalo del Palau. Sin embargo, el Consorcio es de otra opinión y cree que son dos causas totalmente diferentes, con víctimas diferentes, que si se investigan por separado agilizarán ambos procesos, lo que derivaría en que a Millet se le podría juzgar pronto por el expolio del Palau de 35 millones de euros.

CDC también reiteró que, pese al movimiento del Consorcio en pleno proceso de elecciones autonómicas, «la candidatura de CiU se mantendrá firme en la línea de campaña electoral de no contestar las provocaciones de nuestros adversarios». No obstante, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, defendió la actuación del Consorcio, ya que hay «evidencias muy claras» de la presunta financiación irregular de CDC.

En Santa Coloma, sin Pretoria
- El candidato del PSC a la Generalitat, José Montilla, llevó ayer su campaña hasta Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), epicentro de la trama de presunta corrupción Pretoria. Montilla, al igual que la alcaldesa Núria Parlon, no hizo ninguna mención al caso que provocó la dimisión del alcalde del PSC Bartomeu Muñoz y su ingreso en prisión durante 54 días, pero sí recordó que su gobierno ha llevado la L9 del metro a Santa Coloma.
- Montilla centró su intervención en despacharse con Artur Mas. Tras cuatro días de campaña, cree que su candidatura se «desinfla».
-El líder del PSC también se preguntó por qué Mas no acepta un cara a cara. «¿Por qué me tiene miedo?», dijo: «No, miedo no me tiene porque se cree superior, mira a todo el mundo por encima del hombro y cree que somos un accidente en la historia», informa M. Pardeiro.