Andalucía

17 sistemas y un solo fracaso

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Madrid- Si una empresa hace un esfuerzo en la inversión, se espera que los resultados vayan en consonancia. Sin embargo, en nuestro sistema educativo no ocurre así. La inversión en los últimos años ha rondado el 5 por ciento, una cifra poco discutida. Y los resultados, revelados por el informe PISA, no han sido especialmente alentadores. Entonces, ¿es un problema de recursos o de cómo se gestionan dichos recursos? Un estudio elaborado por Profesionales por la Ética resultaba significativo. Dos ejemplos: la Comunidad de Madrid gasta tan sólo un 1,8 por ciento del PIB en Educación y, sin embargo, es la cuarta con menor tasa de abandono escolar (22,3 por ciento); Extremadura emplea un 5,8 por ciento del PIB y, sin embargo, su abandono alcanzó el 31,7 por ciento.

Como recuerda Juan Antonio Gómez Trinidad, ex consejero de Educación de La Rioja, las competencias están transferidas a las comunidades. Por ello, es necesario «lidiar» con 17 sistemas diferentes. «Se necesita coordinar mejor las políticas educativas y, respetando los criterios autonómicos, corregir los excesos», señala. Dichos «excesos» son económicos. «Los contenidos educativos están armonizados por los reales decretos. Pero luego cada autonomía puede optar por invertir más dinero en ordenadores que en profesorado», dice. Hay que recordar que, en mayo, el Consejo de Ministros aprobó una partida de 200 euros para los programas Escuela 2.0 –integración de las TIC en los centros– y Educa3 –formación de 0 a 3 años–.

Un caso significativo es el de Castilla-La Mancha. La comunidad que preside María Dolores de Cospedal y cuya cartera de Educación pertenece a Marcial Marín trata de poner fin al «despilfarro» educativo del anterior Gobierno socialista, que dotó de teléfonos móviles a los profesores que trabajaban en colegios donde en su día no había línea fija. Sin embargo, una vez instalada la línea, los móviles no fueron retirados. Así, el Ejecutivo investiga la situación, porque se podría estar pagando un buen número de líneas «incontroladas». Y hay más: el Gobierno anterior «regaló» a los profesores ordenadores portátiles. Sin embargo, no era tal regalo, sino un alquiler con fecha de caducidad. Y hoy, El Corte Inglés exige su devolución. Por eso, Castilla-La Mancha está negociando con los grandes almacenes la posibilidad de mantenerlos.

Además, «en algunas comunidades autónomas, como Cataluña, el tema lingüístico goza de una promoción especial y acapara un número de horas que no puedes otorgar a otras materias», señala Ramón Novella, psicopedagogo y presidente de Profesionales por la Ética en Cataluña. «Existe también un componente sociológico y una tradición: comunidades como Murcia, Andalucía y Baleares siempre han contado con mayor fracaso escolar que regiones del norte como País Vasco o Cantabria», señala Gómez Trinidad, que resume el paisaje: «Las diferencias en los resultados académicos entre las comunidades autónomas son mayores que entre los países de la OCDE. Y el esfuerzo de obtener el certificado de la ESO puede variar de una región a otra. Las diferencias entre un alumno medio de 15 años, dependiendo de la comunidad, pueden variar hasta 70 puntos».

¿Alguna solución? Antonio Cabrales, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) considera que las «comunidades autónomas que lo están haciendo bien deben ser bonificadas». Mientras, Gómez Trinidad, cree que urge «una serie de evaluaciones de carácter nacional, en las que cada comunidad autónoma rinda cuentas» sobre su eficiencia.