Presentación

Al-Fayed no podrá extraer el petróleo que hay bajo su residencia

Mohamed Fayed, dueño de los famosos almacenes Harrod's, de Londres, no tiene derecho de propiedad sobre el petróleo de un yacimiento situado a varios metros de profundidad bajo su residencia campestre de Barrow Green, en el condado de Surrey. Eso es lo que ha dictaminado el Tribunal de Apelaciones de Londres, al que recurrió la compañía Star Energy, a la que el empresario multimillonario, de 76 años, acusó de estar extrayendo petróleo casi literalmente de debajo de sus pies durante diez años sin haberle informado de esas actividades.

 

El año pasado, el Alto Tribunal concedió a Fayed una participación del 9 por ciento en los ingresos del yacimiento de Palmers Wood, propiedad de la citada compañía, pero esa decisión fue anulada este lunes por el Tribunal de Apelaciones, según informa hoy el diario "The Independent". En su revisión del caso, este último tribunal redujo las 621.160 libras (732.254 euros al cambio actual) de compensación que se le había atribuido previamente a Fayed a sólo 1.000 (1,178 euros). De acuerdo con las leyes inglesas, aunque el terreno que ocupa una casa pertenezca al propietario de ésta, el petróleo que pueda descubrirse debajo es propiedad de la Corona, que es quien concede los correspondientes derechos de prospección y extracción a una empresa del sector. Star Energy compró los derechos de extracción del crudo y horadó tres pozos diagonales hasta una profundidad de 700 metros de forma que pasaban bajo la residencia campestre del multimillonario, propietario también del hotel Ritz, de París, y el club de fútbol Fulham. En 2006, Fayed se enteró de ese hecho y decidió demandar a la empresa petrolera una participación en sus beneficios. Hasta el 2007 se habían extraído de ese yacimiento poco más de un millón de barriles, valorados en unos 10 millones de libras (casi 11,8 millones de euros al cambio actual). Un juez del Alto Tribunal acusó el año pasado a Star Energy de haber ocultado deliberadamente información al empresario y a su compañía holding, Bocardo, con sede en el paraíso fiscal de Liechtenstein. Pero el Alto Tribunal revocó aquella decisión y dictaminó que las actividades de exploración y extracción del crudo no le habían causado a Fayed ningún daño ni supuesto una violación de sus derechos aunque reconoció una "transgresión técnica", por la que Star Energy debía indemnizarle con mil libras.